La Comunidad obliga al Consistorio a exhibir los puentes hallados en la M-30

Los dos puentes anteriores al siglo XV que han aflorado por las obras de la M-30 serán expuestos al público. Éste es el requisito impuesto por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid en la reunión que ayer mantuvo con responsables de la Concejalía de Urbanismo. "El acuerdo está prácticamente cerrado", explicó el director general de Patrimonio, Javier Hernández. El portavoz adjunto socialista, Óscar Iglesias, tachó ayer al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de "faraón de día y Atila de noche".

El valor de los restos arqueológicos hallados es tan importante que Patrimonio ha optado por soluciones que los preserven. Pero cada puente recibirá un tratamiento diferente porque tienen condiciones distintas, según Hernández. El antiguo puente de Toledo, que fue descubierto hace casi un mes, permanecerá en su ubicación actual, a unos ocho metros por debajo del tablero del puente actual.

"Habrá que excavar más, para ver si se encuentran nuevas pilas", precisó. "Luego se hará una adecuación in situ para que sea visible para los visitantes", agregó el director general de Patrimonio. Éste precisó que la intención es que puedan visitarse los restos y aludió al método utilizado para preservar la muralla de la ciudad, que consistió en acristalar algunos tramos para dejarlos al descubierto.

Además, la Concejalía de Urbanismo deberá presentar a Patrimonio un proyecto de modificación del colector que está afectado por los restos arqueológicos encontrados. Fuentes de la concejalía aseguraron que eso apenas afectará a 10 metros de la remodelación de la M-30 y que, por tanto, la incidencia en los plazos de la obra será mínima.

El antiguo puente de Segovia, también conocido como la puente segoviana, que data del siglo XIV y está situado a una profundidad de 4,8 metros sobre la cota actual de la calzada de la M-30, fue encontrado hace unos 10 días. Este punto ofrece más complicaciones para que puedan permanecer los restos en el mismo sitio por el trazado de la vía de circunvalación.

La opción sería entonces extraer las piezas -una pila con tajamar y el arranque de dos arcos de medio punto- e incorporarlas al jardín que el Ayuntamiento de Madrid prevé construir en la próxima legislatura en la superficie de las riberas del Manzanares. "Irá acompañado de un proyecto de exposición y divulgación, que permitirá identificar en su ubicación y contextualizar los hallazgos con imágenes de los siglos XV y XIV, la localización de los puentes y su funcionamiento", precisó Hernández.

Uno de los informes de Patrimonio sobre el antiguo puente de Toledo especificaba que hasta el momento se habían exhumado seis pilas de la construcción hidráulica, "de las que tan sólo dos se conservan en la actualidad". Hernández reconoció ayer que las cuatro que faltan han sido destruidas, después de ser documentadas y estudiadas. "En el terreno no existen. Se han extraído y no se consideraron de importancia para su conservación", afirmó. "No tienen tanta importancia como lo que se ha conservado".

Delito contra el patrimonio

Varios concejales del grupo municipal socialista visitaron ayer las obras junto al puente de Toledo y tacharon al alcalde de "faraón de día, enterrando 4.000 millones de euros debido a este proyecto, y como Atila de noche, cargándose el patrimonio histórico-artístico de los madrileños", según Óscar Iglesias, que acusó al Consistorio de cometer un delito penal contra el patrimonio.

El concejal socialista exigió a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que, "por encima de las disputas internas que existen en el PP, haga que de una vez por todas el regidor respete la ley", ya que la Comunidad tiene las competencias sobre los restos arqueológicos de la ribera del Manzanares, una zona que fue declarada bien de interés cultural en 1993. Los socialistas también reclamaron "la máxima información" sobre los restos.