Y ahora, Kosovo
El próximo en lograr la independencia en Europa podría ser Kosovo. La comunidad internacional deberá decir antes de finales de este año su estatuto final. El primer ministro kosovar, Agim Ceku, destacó ayer el gran paralelismo entre su país y lo ocurrido en Montenegro, alabó el modo en que se ha desarrollado la consulta celebrada el domingo en su vecino balcánico y espera que Kosovo pueda hacer lo propio en cuestión de meses.
"Antes de finales de este año, Kosovo se unirá a Montenegro como un nuevo Estado y estos nuevos países serán un factor importante para la estabilidad de toda la región", dijo Ceku. "El pueblo de Montenegro ha expresado su voluntad de vivir en un país independiente, compartiendo con otros en la región la aspiración de entrar en la Unión Europea", añadió.
Kosovo es formalmente una provincia serbia administrada por Naciones Unidas. El 90% de sus dos millones de habitantes son albanokosovares que aspiran a un Estado propio. Los serbios, que se encuentran en minoría en esta provincia, rechazan junto al Gobierno de Belgrado la secesión. Además de las razones humanitarias y políticas están las emocionales: allí se encuentran los monumentos que son la cuna de la cultura y de la identidad nacional de Serbia.
Bombardeo de 1999
La brutal represión emprendida por las tropas y los paramilitares de Slobodan Milosevic en 1999 (10 años después de suspenderles la autonomía de la que gozaban) contra la mayoría kosovar, el bombardeo posterior de la OTAN para poner fin a una limpieza étnica que en realidad aceleró y la derrota posterior de Belgrado crearon una situación de no retorno. La UE que en un principio optaba por la solución autonómica o de la federación con Serbia se ha ido decantando por la independencia arrastrada por el Reino Unido y Estados Unidos, partidarios de la secesión.
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, dejó claro ayer su descontento por cómo marchan las cosas en la provincia serbia durante una entrevista con el enviado especial de la ONU para Kosovo, el finlandés Martti Ahtisaari. Kostunica se mostró "particularmente insatisfecho de la manera en que los mediadores de la ONU están conduciendo las negociaciones". Para Belgrado no son neutrales.
El primer ministro serbio explicó que sus "negociadores han ofrecido una doble autonomía -para Kosovo dentro de Serbia y para la minoría serbia y otros no albaneses dentro de Kosovo-" y exigió que las negociaciones sobre el estatuto final de la provincia se lleven a cabo directamente entre Belgrado y Pristina, "al más alto nivel".
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