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La promesa de más agentes no apaga la ira de los alcaldes del Baix Camp

El anuncio de que se destinarán 86 guardias civiles más a la provincia de Tarragona, efectuado ayer por el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, no ha logrado apaciguar los ánimos de los alcaldes de las comarcas del Baix Camp y el Priorat. "Los ciudadanos dirán si es suficiente o no", decía ayer el presidente del Consejo Comarcal del Baix Camp y alcalde de Les Borges del Camp, Robert Ortiga. La sensación de inseguridad persiste en la zona, aumentada a raíz de que ayer La Morera de Montsant (Priorat) sufriera una nueva oleada de robos nocturnos. Vecinos de varios pueblos han comenzado a organizarse.

Los alcaldes están "desesperados". Así lo aseguraba ayer Misericòrdia Monlleó, alcaldesa de Ulldemolins (Priorat), un pueblo que la semana pasada sufrió varios robos en domicilios particulares. Los ladrones, antes de actuar, cortaron las líneas telefónicas. "Los vecinos duermen con la escopeta junto a la cama y se han organizado patrullas vecinales", explicó la alcaldesa, que no dudó en solicitar al Gobierno que "despliegue el ejército si es necesario".

La situación es parecida en Les Borges del Camp (Baix Camp), donde la madrugada del pasado sábado se produjo el caso que ha colmado la paciencia de los dirigentes locales. Una banda de cinco encapuchados asaltó un chalet, ató a sus propietarios a la cama y los sometió durante hora y cuarto a toda clase de golpes, cortes con cuchillos y amenazas de muerte. El alcalde, Robert Ortiga, considera la llegada de más agentes un mero "primer paso" para atajar el problema. "Siento vergüenza cuando oigo en la calle que los ladrones tienen más medios que la policía", dice.

Medida insuficiente

Ortiga trata de contener a los vecinos más partidarios de organizarse para combatir la oleada de robos y asegura: "Esto lo tiene que resolver el Estado de derecho. Cuando tenga que salir yo a patrullar, dimitiré". El vicepresidente de la Diputación provincial y alcalde de Riudecanyes (Baix Camp), Josep Maria Tost, se felicitó por la llegada de nuevos agentes, aunque calificó de "insuficiente" la medida. "Que primen a la Guardia Civil para que venga aquí, como sucedía en el País Vasco. No podemos decir a la gente que espere hasta el despliegue de los Mossos en el año 2008", decía Tost.

Estos alcaldes han mantenido sendas reuniones este año con la consejera de Interior, Montserrat Tura, y con Joan Rangel para solicitar más efectivos. Por eso se preguntan por qué los 200 nuevos agentes anunciados ayer para toda Cataluña no podían haber llegado hace un par de meses, cuando las administraciones catalana y central ya tenían constancia de una situación que parece perpetuarse. Ayer mismo, unos ladrones entraron en un restaurante de La Morera de Montsant y se apoderaron del dinero de la caja. Después, forzaron tres vehículos que no pudieron llevarse y un cuarto que sí lograron robar, según explicó la alcaldesa, Núria Crivillé.

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