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Detenido tras matar a una mujer y tomar a otra como rehén

Mario P. H, un hombre de 26 años, fue detenido ayer en Madrid por agentes del Cuerpo Nacional de Policía tras atrincherarse con su novia, Eugenia Georgia A., de 21, en un bar y confesar además que había matado una hora antes a otra mujer, Nicoleta Alina, de 27.

El supuesto agresor trabaja como portero en un prostíbulo y vivía con su novia y la víctima en un piso que esta última había alquilado a una española. A su vez, la fallecida había realquilado una de las tres habitaciones del inmueble a la pareja. Sobre las 15.30, el hombre tiró por la ventana del piso, en una segunda planta, a Nicoleta Alina y después salió huyendo junto a su novia.

La mujer quedó tendida, muerta, en el patio interior. Sólo llevaba puestas unas bragas. "Hemos escuchado unos gritos. La mujer decía: '¡Que no, que no!'. Luego, un golpe seco. Nos hemos asomado y la hemos visto tirada en el patio y hemos llamado a la policía", explicaron ayer los vecinos. El portero del inmueble explicó que la pareja sólo llevaba viviendo en el piso un mes y que a veces se les oía discutir.

Media hora atrincherado

Después de cometer el asesinato, el agresor y su novia se fueron entonces andando desde el piso donde ocurrió el asesinato, en la calle López de Hoyos, hasta un bar que está al lado del prostíbulo donde trabaja él. Caminaron en total unos dos kilómetros. "Por el camino él iba autolesionándose con un cuchillo de cocina. Ella iba andando descalza", explicó un testigo.

La mujer entró un momento en una gasolinera y pidió un teléfono porque quería hacer una llamada. "Pero nadie en la tienda le hizo caso. Hablaba de que había muerto una mujer pero no la entendíamos bien. Luego salió corriendo", explicó uno de los dependientes.

Ya dentro del bar, los dos se sentaron en unos taburetes. "Él le hablaba a ella muy cerca del oído y tenía un cuchillo de cocina de sierra en la mano. Nos hemos asustado y hemos llamado a la policía", explicó Natasha, la camarera del bar. Pero el hombre no se amedrentó y, con el cuchillo en la mano, obligó a la camarera a salir de detrás de la barra. "Si no sales, te mato", le dijo. La camarera salió, mientras él tenía cogido del cuello a su novia.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía llegaron e intentaron convencer al hombre de que dejase a las mujeres en paz y saliese del recinto. Fue entonces cuando confesó que había matado a Nicoleta Alina una hora antes y que pensaba en suicidarse. El hombre empezó a hacerse pequeños cortes en el cuello y en las muñecas delante de los policías. Tras media hora atrincherado, el hombre se rindió y fue detenido.

Los médicos de Emergencias Madrid atendieron de cortes superficiales a la joven, que además necesitó de los servicios de un equipo de psicólogos por crisis de ansiedad. El agresor fue sedado porque estaba muy agresivo.

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