Y la fórmula es: historia, emoción y laboratorio

Es imposible saber cuánto hay de Bastaixos, la novela a la que un abogado de Barcelona dedicó cinco años de su vida, en el éxito de ventas, La catedral del mar, de Ildefonso Falcones, publicada por Grijalbo hace un par de meses. Falcones es el autor de los dos títulos, que son, en realidad, una única novela. Bastaixos era el manuscrito que no vio la luz, y La catedral del mar, el superéxito que salió a las librerías tras haber pasado por el laboratorio editorial.

El caso de Ildefonso Falcones, autor aupado al triunfo en una operación de 200.000 euros, es toda una metáfora de los tiempos que corren en el negocio editorial español. En un país donde la mitad de la población no lee ni siquiera un libro al año, el éxito de El código Da Vinci ha dado aire a un sector falto de oxígeno.

Las editoriales están adoptando los sistemas de promoción del cine. "Competimos todos por el ocio de la gente", dice Santos López, de Aguilar

Un autor de éxito como Javier Sierra cree que la aportación de estas novelas es que aumentan la cultura de la gente. O al menos crean esa ilusión

Y todas las editoriales se han puesto a buscar esa piedra filosofal literaria que transforme un título en éxito planetario. Poniendo al servicio del producto equipos especializados capaces de pulir los diamantes en bruto o, incluso, de convertir en diamante el carbón.

Pau Pérez, codirector del taller de escritura del Ateneo de Barcelona, que Ildefonso Falcones frecuentó dos años, cree que las cosas han sido siempre así. "He trabajado muchos años en el mundo editorial, y los libros siempre se han revisado y siempre se le han dado pautas y consejos al autor, que necesita una opinión profesional sobre su obra". En la escuela del Ateneo, dice, se limitaron a darle una serie de recursos del oficio de escritor. "Él es como una esponja y lo absorbía todo enseguida. Pero tenemos muchos alumnos que vienen con su manuscrito, y ninguno ha logrado un triunfo así. El caso de Falcones es único en la Europa continental".

Una obra rechazada

El autor de La catedral del mar -que se desarrolla en Barcelona, en los años de la construcción de Santa María del Mar, en la Edad Media- puede haberse beneficiado del fenómeno Da Vinci, pero la idea de la obra es toda suya. Y esa historia cautivó a la editorial. No en el primer momento. La novela fue rechazada por varias firmas hasta que Falcones se puso en manos de una agente que la vendió a Grijalbo. Y el milagro se operó.

Falcones se confiesa lego en estrategia editorial, pero no cree que el éxito pueda deberse sólo a un buen lanzamiento. "Según los expertos, eso sirve para la primera semana. Después tiene que funcionar el boca a oído para que la obra se siga vendiendo". Y su catedral va por los 300.000 ejemplares. ¿Cuál es la clave de su éxito? Muchos lectores creen que la emoción. "La emoción lo es todo. Si no existe, o no logras transmitirla, la obra está perdida", dice Falcones.

Quizá por eso le decepcionó el final de la novela de Dan Brown. Un autor que otros escritores admiran. Julia Navarro, que ha vendido más de medio millón de ejemplares de su obra La hermandad de la Sábana Santa, publicada en febrero de 2004, cuando El código Da Vinci empezaba a arrasar en España, cree que el mundo editorial debería estarle agradecido a Brown. "El mérito de su novela es que ha creado lectores, y eso es un filón para los editores". Y para los autores. Ella misma ha vuelto a dar en la diana con su segundo título, La biblia de barro.

Es como si la novela de Brown hubiera abierto el apetito literario de la gente de una forma nunca vista, dejando un amplio margen a las editoriales para saciarlo con nuevos productos, elaborados más o menos con la misma receta. "Hay un antes y un después de El código Da Vinci", reconoce David Trías, editor de Random House-Mondadori (segundo grupo editorial en España). "Todos consumimos lo mismo. El mismo libro, la misma película. Es normal que las editoriales apuesten por un título". Lo difícil es acertar.

Umbriel, una editorial media, acertó comprando los derechos para España de la obra. Y acertó con el lanzamiento, que se ha convertido en un modelo. En síntesis, se trata de conquistar primero a los libreros, para que inunden de ejemplares la tienda, y para que los coloquen en los escaparates. "Lo que se hace en muchos casos es una edición previa, encuadernada en rústica, y se les envía antes del lanzamiento", dice Trías.

Algo que, como él mismo reconoce, se parece cada vez más a los lanzamientos del sector audiovisual. "Es lógico. En definitiva se trata de competir por el tiempo libre, por el ocio de la gente", apunta Santos López Seco, subdirector de Aguilar, del Grupo Santillana (tercero en España). Por eso, reconoce, las editoriales dedican hasta un 50% de sus lanzamientos a estos libros de gran consumo. Pero, ¿cuál es la fórmula mágica que permite entrar en el olimpo de los superventas?

Nadie la sabe. Se puede intuir, todo lo más. Editores, agentes y libreros parecen estar de acuerdo, sin embargo, en algunos de los ingredientes. Mézclense sabiamente elementos de la novela negra con algo de emoción sentimental, un poco de historia, y aderécese con unas gotas de enigma desvelable. "Lo importante es que el lector sienta que está aprendiendo algo", dice Trías. "Pero", advierte López Seco, "el resultado puede ser un fracaso. Son más numerosos los libros que no funcionan".

Leyendo las solapas de las obras recién lanzadas o en preparación se observa que el éxito transita por el mundo de lo religioso, trufado con algo de esoterismo. Bien lo sabe Javier Sierra, otra estrella de Mondadori, que ha batido récords de ventas con La cena secreta, un relato de misterio en torno al significado del famoso cuadro de Leonardo. "Buena parte de la actualidad política no se entiende sin ese componente religioso. Pero también hay otros aspectos desconocidos. Por ejemplo, poca gente sabe que George Washington era masón y que la planificación urbanística de Washington es masónica", dice Sierra en conversación telefónica desde Jerusalén.

A él le parece que la gran aportación de estas novelas es que aumentan la cultura de la gente. O crean, al menos, esa ilusión. Su obra ha triunfado en Estados Unidos, donde estuvo tres semanas en la lista de los 10 libros más vendidos del The New York Times. "El último español que lo logró fue Vicente Blasco Ibáñez, con Los cuatro jinetes del Apocalipsis, en 1911", cuenta.

Autores que salvan el negocio

El orgullo de ser superventas se percibe en todos, pero con matices. Julia Navarro no se considera autora de superventas, sino una novelista que vende mucho. Y Plaza & Janés la mima. Después de todo, con un golpe de genio y la ayuda del marketing estos autores pueden salvar las cuentas de una editorial. Emili Rosales, editor de ficción de Planeta (la número uno), lo reconoce: "Los autores son el principal valor de una editorial. Y cuando hablamos de autores que venden muchos miles de ejemplares, hablamos de la base de un negocio".

Por eso, "lo deseable es que puedan convivir en las librerías Dan Brown y Coetzee", dice López Seco. Hay público para los dos. Pero el ejemplo del cine -que inspira al mundo editorial- no va en este sentido. Hace tiempo que los Spielberg han expulsado de las salas a las películas de autor. ¿Ocurrirá otro tanto con Dan Brown y su infinita prole en las librerías?