Seis bandas paramilitares de delincuentes crean alarma en urbanizaciones de lujo
Las fuerzas de seguridad se coordinan para acabar con los asaltos violentos a chalets
Seis bandas paramilitares, se supone que configuradas por antiguos policías o soldados de los países del Este, están creando el pánico en las urbanizaciones de lujo de Cataluña, según las fuerzas de seguridad. En lo que va de año al menos 19 residencias unifamiliares, pertenecientes en su mayoría a empresarios vinculados a las finanzas o a la construcción, han sido asaltadas por estos comandos organizados, que suelen utilizar amenazas y agresiones para obtener importantes beneficios. Todas las fuerzas de seguridad, estatales y autonómicas, están coordinadas para acabar con los asaltos.
"Actúan por sorpresa, con la cabeza cubierta con una capucha negra. Una vez caída la noche, irrumpen en los domicilios y obligan a los moradores, mediante agresiones o amenazas, a entregarles importantes cantidades de dinero o joyas", coinciden en asegurar responsables de las fuerzas policiales de Cataluña al referirse a las bandas organizadas que desde hace alrededor de seis meses vienen actuando en algunas zonas de esta comunidad.
El perfil de estas bandas ha sido minuciosamente trazado por los investigadores, que afirman encontrarse ante grupos paramilitares, constituidos por ex agentes de la policía o ex soldados procedentes de los países de Europa del Este. Los delincuentes utilizan sistemas sofisticados de información, investigación y seguimiento de sus víctimas, tal como demuestra el éxito de sus operaciones. En las estadísticas sólo se ha registrado un error, el cometido por uno de esos grupos en Girona, que se equivocó de casa, según ellos mismos reconocieron en una discusión ante sus víctimas.
El golpe más espectacular de estos comandos de delincuentes se llevó a término hace poco menos de un mes en la urbanización Golf Girona, donde fue asaltada la casa del jugador de baloncesto Roberto Dueñas. Los ladrones, tras propinar un golpe en la cabeza al baloncestista, le amenazaron con un destornillador, para apoderarse así de entre 1.500 y 2.000 euros. y después de atarlo abandonaron el domicilio.
"Estas operaciones de asalto han sido minuciosamente preparadas por comandos de información, que identifican a sus víctimas de las maneras más dispares: en restaurantes de lujo, a través de prostitutas a domicilio o simplemente con la ayuda de los jardineros", señalan fuentes policiales. Se insinúa, además, que parte de los botines logrados por los asaltantes la constituyen importantes cantidades de "dinero negro", que por su opacidad no puede llegar nunca a ser denunciado a la policía.
Estos métodos y estas bandas no son nuevos. Muchas de estas organizaciones crearon una situación de pánico similar en las urbanizaciones de lujo en la costa del Mediterráneo de Italia el pasado año. Desaparecieron con la misma rapidez y celeridad con la que habían venido actuando y meses después reaparecieron en las zonas turísticas del sur de España, sobre todo en la Costa del Sol y la de Valencia. En el argot policial se les llama murcigleros.
"La presión policial esta empujando a estas bandas hacia el norte. Ésta es la única explicación lógica y científica de un fenómeno que esperamos que desaparezca rápidamente. Su supervivencia e invulnerabilidad dependen de su movilidad y capacidad para desaparecer rápidamente", afirman los expertos.
Las fuerzas policiales de Cataluña, en un gesto no excesivamente habitual, han optado por coordinarse, intercambiar información y unificar esfuerzos para acabar con la oleada de asaltos. La Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía han optado por apoyarse mutuamente, sin dejar de lado a las empresas privadas de seguridad.
"Hemos reforzado la vigilancia de las urbanizaciones de lujo, especialmente por la noche. Cualquier coche que transite por ellas a partir de una hora determinada es interceptado. Agentes de paisano patrullan por sus calles", afirma un portavoz de la policía autonómica, quien a renglón seguido dice: "Entenderá que no entré en más detalles".
Las estadísticas son algo confusas, ya que se encuentran fragmentadas entre las fuerzas policiales. Según los Mossos d'Esquadra, en las zonas controladas por ellos el número de aslatos en sólo seis meses asciende a 13; seis de ellos en la región norte de Barcelona, otros seis en Girona y uno en el interior de Cataluña. En el censo de la Guardia Civil hay seis casos más la provincia de Barcelona. A estos asaltos se suman otros robos similares en el área de Tarragona. Es una confusión buscada para no incrementar la alarma.
"Sabemos quiénes son. A algunos los tenemos perfectamente identificados. Déjenos un margen de poco menos de dos semanas y volverá a tener que escribir sobre el tema de manera positiva", asegura un portavoz policial.
"Los propietarios se atrincheran"
"Los propietarios de las casas de lujo se están atrincherando y convirtiendo sus casas en castillos medievales", afirma Narcís Bartina, portavoz de la Asociación Catalana de Empresas de Seguridad (CAES), a la que pertenecen unas 90 empresas, capaces de movilizar de manera conjunta un ejército de 3.000 agentes privados.
Las empresas de seguridad han recibido en los últimos meses centenares de demandas de propietarios de chalets para que mejoren los sistemas técnicos de seguridad, en lenguaje técnico se trata de instalar una "protección perimetral".
"En poco menos de un año hemos pasado de los asaltos silencioso a las viviendas a los ruidosos, como si a los delincuentes nada les importaran las fuertes penas con que se castiga esta forma de actuar", dice Bartina.
Las empresas privadas de seguridad, que la semana pasada celebraron las segundas jornadas catalanas del sector, apuestan por modificar y mejorara la tecnología. El objetivo es buscar elementos mucho más sofisticados, por ejemplo los circuitos cerrados de televisión, y arrinconar los métodos tradicionales, como los muros, que acaban favoreciendo a los asaltantes.
"La situación desde un punto de vista de la seguridad no es alarmante, pero la perspectiva y los augurios son funestos. Nos encontramos ante una verdadera guerrilla, que utiliza métodos guerrilleros", afirma el portavoz de las empresas privadas de seguridad.
La instalación de alarmas y sistemas de seguridad en domicilios de España se incrementó el 30% en el año 2004, cuando se observaron las primeras señales de esta oleada de asaltos. La facturación de las empresas por instalaciones de seguridad ascendió en este periodo a 614 millones de euros, según la patronal Aproeser.
Un informe de la Unespa, patronal de las empresas de seguros, revela que al año son desvalijados unos 425.000 hogares. Belt Ibérica, un grupo de reflexión sobre seguridad, afirma que en España se roba cada minuto un domicilio.
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