Maragall dice que Zapatero pactó con Mas porque confunde Cataluña con nacionalismo

Pasqual Maragall considera que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pactó el Estatuto con el jefe de la oposición en Cataluña, Artur Mas, como consecuencia de un error. "Un error conceptual", dijo ayer el presidente de la Generalitat. El mismo que, a su juicio, cometieron Adolfo Suárez y Felipe González: "confundir Cataluña con el nacionalismo catalán". Con estas palabras, Maragall volvía a verbalizar su malestar y el de su partido por un pacto que ahora defiende, pero que estuvo en el origen del final del tripartito. En la misma sesión, Maragall apostó por la reedición del acuerdo catalanista y de izquierdas, y para ello convino con el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod Rovira, en mantener tendidos los puentes.

Poco antes de firmar el decreto de convocatoria del referéndum estatutario para el 18 de junio, el presidente de la Generalitat no se arrugó ayer al verbalizar en sede parlamentaria la difícil papeleta con la que han tenido que lidiar, tanto él como su partido, el PSC, por la decisión de Zapatero de pactar con sus máximos rivales, Artur Mas y Convergència i Unió, el principal pilar de esta legislatura en Cataluña.

Y mientras el PSC siempre ha tratado de minimizar, al menos en público, lo perjudicial de ese acuerdo para los intereses del partido, Pasqual Maragall dio ayer una nueva muestra de que no olvida. El presidente de la Generalitat afirmó haber comprobado reiteradamente que en Madrid se confunde Cataluña con el nacionalismo conservador de Convergència i Unió. "Y es un error importante. A lo mejor no un error que lleve a graves errores, pero es un error conceptual". Una equivocación en la que han incurrido, según Maragall, desde Adolfo Suárez hasta José Luis Rodríguez Zapatero pasando por Felipe González.

Aprovechando una pregunta de Artur Mas en la sesión de control al Gobierno, Maragall lanzó una reflexión que, en apenas tres minutos, resumió los tres grandes reveses históricos que han sufrido los socialistas catalanes para satisfacer las necesidades políticas del Gobierno central. Pero Maragall sólo pudo extenderse en uno, el referente al papel de las izquierdas catalanas en el regreso del exilio del que fue presidente de la Generalitat restaurada Josep Tarradellas. El presidente recordó que este retorno fue instrumentalizado por el presidente Adolfo Suárez para diluir el papel hegemónico que correspondía a los socialistas y a la izquierda catalana por su rotunda victoria en las primeras elecciones democráticas.

Los dos ejemplos que el presidente sólo tuvo tiempo de citar se encuentran bien presentes en la retina de los socialistas catalanes. El primero, el pacto entre Felipe González y Jordi Pujol de 1993 y, el segundo, el reciente acuerdo Zapatero-Mas sobre el Estatuto. Ante esta situación, Maragall volvió a apostar ayer por la reedición del tripartito catalanista y de izquierdas. Y para hacerlo viable se comprometió ante el líder republicano, Josep Lluís Carod Rovira a "hacer todo lo posible para no hacer imposible ningún escenario de futuro".

Maragall lo dijo justo después de que Carod Rovira le instara a "no romper los puentes" con los republicanos con vistas a posibles pactos tras las elecciones autonómicas de otoño.

Maragall reiteró que la prioridad de su Gobierno es lograr que el sí se imponga con claridad en el referéndum del 18 de junio. Para la campaña que precederá esta consulta el Gobierno catalán aprobó ayer las ayudas que concederá a los partidos. En total 4,4 millones de euros que se repartirán de la siguiente forma: CiU y PSC (1,26 millones); ERC, 695.000 euros; PP, 512.000 e ICV, 334.000.