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Reportaje:

Los Príncipes descubren el sur

Don Felipe y doña Letizia inician en Móstoles una gira por cuatro grandes municipios de la región

F. Javier Barroso

Los vecinos de Móstoles se volcaron ayer y dieron un caluroso recibimiento a los príncipes de Asturias durante la primera de las cuatro visitas que realizarán en las próximas semanas a grandes municipios de la región. Muchas personas aguardaron bajo un sol radiante y temperaturas de más de 30 grados para poder dar la mano a don Felipe de Borbón y a doña Letizia Ortiz. Ambos no pararon de saludar y sonreír.

Cuando las campanas de la iglesia de la Asunción anunciaban el mediodía, los príncipes de Asturias se bajaron del coche oficial. Les recibieron, en la plaza del Pradillo, la presidenta regional, Esperanza Aguirre; el alcalde de Móstoles, Esteban Parro (PP), y la secretaria de Estado de Cooperación Territorial, Ana Isabel Leyva. Las hijas de dos trabajadoras municipales, Inés y Lucía, de tres y cuatro años, le entregaron a doña Letizia un ramo de mini calas de color rosa combinado con orquídeas.

Don Felipe y doña Letizia se acercaron al público que abarrotaba las escalinatas del Ayuntamiento mostoleño. "¡Qué guapo estás!" y "¡Qué alto eres!" fueron dos de las frases más coreadas al heredero de la Corona. "Está usted muy pálido. Tiene que tomar más el sol", le dijo una mujer, a lo que don Felipe sonrió mucho.

Tras saludar a la corporación municipal y descubrir una placa a la entrada de la Casa Consistorial, los Príncipes saludaron desde el balcón principal. Los asistentes comenzaron a corear "Letizia, Letizia". Ella no paró de saludar al público. "Qué buena pareja hacen, ¿verdad?", preguntaba una mostoleña a otra, ambas en manga corta por el calor que hacía en la plaza. El resto de la visita al Ayuntamiento consistió en hacerse una foto con toda la Corporación. La princesa aprovechó la ocasión para preguntar a la concejal de la Mujer y Juventud, Paloma Tejedo, cuándo iba a ser mamá. "Será pasado el verano", respondió, a lo que doña Letizia comentó que era "muy buena fecha". Los Príncipes presidieron una junta de portavoces informal en la que se interesaron por la situación del municipio, sus habitantes y asuntos generales como la educación, la sanidad y la inmigración.

La comitiva se dirigió después a la empresa Móstoles Industrial, la antigua Forlady, que cumple 40 años desde su instalación en el municipio. Allí visitaron la planta de cerrajería y la línea de muebles de cocina. La parte más llamativa de este acto fue cuando la mayoría de los 996 empleados de esta factoría les esperaba en el exterior para hacerse la tradicional foto de familia. Los empleados se pusieron delante de sus altezas, lo que molestó a algunos directivos de la empresa. Don Felipe medió con un gesto y permitió que estuvieran sentados delante de ellos.

La siguiente parada fue un almuerzo con 80 personas en el salón Infantas del hotel La Princesa. Entre los asistentes estaban la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa; el vicepresidente segundo del Gobierno regional, Alfredo Prada; el consejero de Presidencia, Francisco Granados, y los portavoces de los grupos parlamentarios, entre otras personalidades de la política, el deporte y la cultura. El menú consistió en una ensalada de bogavante, solomillo de foie con tomate confitado y timbal de dos chocolates con helado.

Tras un breve descanso en el hotel, sus altezas inauguraron a las cinco de la tarde la residencia de ancianos Ciudad de Móstoles, con capacidad para 180 personas. Allí saludaron uno por uno a todos los residentes. Muchos les agradecieron la visita. Una mujer le entregó a doña Letizia un ramo de violetas hechas de papel. "Estoy muy contento de haber podido hablar con ellos. Creo que son muy sencillos, como otras personas", dijo Juan Navas Miguel, de 78 años.

Los Príncipes iniciaron ayer la primera de las cuatro visitas que tienen previstas a grandes municipios de la región. El próximo lunes visitarán Fuenlabrada y el 2 de junio, Leganés, según fuentes de la Casa Real. El día previsto para visitar Alcalá de Henares aún no está cerrado. Fueron localidades que se le quedaron pendientes a don Felipe cuando realizó una visita de cuatro días por la región en junio de 2001.

La presidenta regional agradeció el gesto de los Príncipes: "Creo que están muy contentos y que la visita les está pareciendo muy interesante. También lo demuestra la cantidad de gente que había en la calle para verles. No hay que olvidar que Móstoles es más grande que 30 capitales de provincia". De la misma opinión fue el alcalde, Esteban Parro, que reconoció que todas las previsiones de mostoleños se habían multiplicado "por cientos". El municipio les regaló un facsímil en cuero del bando que dictaron los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández contra los invasores franceses en 1808. El pleno tiene previsto concederles la medalla de oro de la localidad.

El príncipe Felipe se mostró muy contento durante el último acto de la visita: una recepción con 250 personas de asociaciones, colectivos vecinales, sindicatos, empresarios e instituciones de la localidad. "Ha sido una jornada que nunca olvidaremos, marcada ante todo por la cálida acogida de los mostoleños, de sus representantes municipales y de destacados miembros de su rico tejido económico, social y cultural. [...] Contrastar mejor las realidades urbanas, tan variadas y tan ricas, que componen esta querida comunidad autónoma y el conjunto de la nación resulta imprescindible para lograr un cabal conocimiento de su realidad", señaló don Felipe.

Los príncipes de Asturias, durante su visita a Móstoles.
Los príncipes de Asturias, durante su visita a Móstoles.ULY MARTÍN

Traje flamenco para la infanta Leonor

El momento en que más gente rodeó, abrazó, dio la mano e intentó besar a los Príncipes fue durante la clausura de la segunda edición de la feria

Muestramos

, en el parque Finca Liana, donde decenas de mostoleños hicieron fotos con sus teléfonos móviles y con cámaras digitales. Una representación de las seis casas regionales de Móstoles hizo regalos a la hija de sus altezas, la infanta doña Leonor. El Centro Regional de Andalucía optó por un traje de flamenca de color rosa para la pequeña. "Me han dado libertad y he escogido este color porque es muy agradecido", decía su costurera, Carmen Ramírez. Tardó cuatro días en hacerlo.

El Hogar Extremeño de Móstoles también apostó por un traje regional. En este caso era una falda amarilla bordada, un mandil negro y una camisa blanca. Los gallegos les obsequiaron con un peregrino hecho con mármol y pizarra.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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