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La política de extranjería

Zapatero insta a los presidentes de Senegal, Malí y Guinea a aceptar las repatriaciones

Moratinos les entrega en París sendas cartas en las que se pide más controles en origen

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, remitió ayer una carta a los presidentes de Senegal, Guinea-Bissau y Malí en la que les anima a asumir la parte de responsabilidad que les corresponde en la gestión de los flujos migratorios y les advierte de que todo el esfuerzo de cooperación sobre este tema impulsado desde la Unión Europea corre el riesgo de naufragar si la crisis actual no se ataja urgentemente, y en concreto con la repatriación de los inmigrantes sin papeles. La carta fue entregada en mano a sus destinatarios ayer en París por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

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El presidente del Gobierno pide, además, a sus homólogos africanos que se unan al esfuerzo español por crear un marco bilateral del problema migratorio en el que se contemplen todas las medidas oportunas, incluido el reforzamiento de los mecanismos de control en origen de los flujos.

Medidas de este tipo han sido acordadas ya con Mauritania, hacia donde está próxima a partir la patrullera Río Duero, que colaborará con las autoridades locales en la vigilancia del tráfico marítimo, y quieren extenderse ahora a Senegal, a la vista de que el bloqueo de la vía mauritana ha desplazado hacia ese país el dramático cortejo de subsaharianos que pugnan por entrar en España ilegalmente. Dos aviones de reconocimiento Orion ha sido asignados a la vigilancia de las cosas senegalesas y empezarán a trabajar próximamente.

La avalancha de un millar de indocumentados que alcanzó Canarias durante el pasado fin de semana ha disparado todas las alarmas y ha creado una emergencia que crece hacia proporciones próximas a la que se produjo en Ceuta y Melilla hace pocos meses.

Un instrumento definitivo en aquella situación fue, junto al sellado de las fronteras, las repatriaciones masivas de inmigrantes en tránsito o que habían alcanzado su destino. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, evocó ayer esa misma medida, por su elevada capacidad disuasoria, durante la reunión de ministros y altos cargos que celebró el lunes para ultimar un plan de choque.

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Fernández de la Vega anunció incluso que, en los próximos días, habrá numerosas repatriaciones a países africanos, y citó expresamente a Senegal, Malí, Guinea-Bissau y Níger.

Los mensajes de ayer de Zapatero responden a ese proyecto. Aprovechando la entrega de un premio en la UNESCO al presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, Moratinos, que acudió como invitado al acto, se reunió con este líder y con los de los otros tres países citados, aunque al primer ministro de Níger, Hama Amadou, no le entregó carta alguna; le informó verbalmente.

Buena acogida

Según manifestó el propio Moratinos en París, "todos respondieron de manera positiva" a las peticiones españolas y expresaron su disposición a aceptar su "cuota de responsabilidad" en lo que está ocurriendo.

El ministro anunció, además, que el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, viajará la próxima semana a los países citados, y quizás alguno más, para insistir en las mismas demandas y consensuar programas de actuación conjunta.

La carta de Zapatero explica la crisis creada por las llegadas "incontroladas y masivas" de estos últimos días, e insiste en que el Gobierno español no sólo ha sido uno de los principales inspiradores de las nuevas políticas europeas de inmigración, sino que ha hecho un "esfuerzo sin precedentes" para acoger e integrar a "cientos de miles" de subsaharianos. También subraya cómo "la generosa comprensión" de la sociedad española ha acompañado al Ejecutivo en ese esfuerzo.

El presidente insiste en que el eje de esas nuevas políticas busca un "enfoque integral" de los flujos migratorios y sus raíces económicas, en el que hay que incluir, lógicamente, las políticas de desarrollo.

Una gran piragua con 56 inmigrantes a bordo, conducida al puerto de Los Cristianos, al sur de Tenerife.
Una gran piragua con 56 inmigrantes a bordo, conducida al puerto de Los Cristianos, al sur de Tenerife.EFE

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