La oposición recuerda a Maragall que está en minoría y le exige que fije la fecha de las elecciones

A los tres grupos parlamentarios de la oposición, CiU, el PP y ERC, no les ha gustado nada que el presidente Pasqual Maragall hablara anteayer del "futuro espléndido" del proyecto catalanista y de izquierdas encarnado por su Gobierno bipartito. Incluyendo por vez primera en esta legislatura a Esquerra Republicana, los portavoces de los tres grupos opositores recordaron ayer a Maragall que su Gobierno no tiene mayoría en el Parlament y le exigieron que concrete la fecha de las elecciones autonómicas y rehúya la tentación de alargar la legislatura hasta Navidad.

El portavoz de CiU, Felip Puig, expresó sin disimulo alguno el pánico que a los nacionalistas les produce la pretensión de Maragall de repetir el tripartito de izquierdas. "Un Tinell II sería como una película de terror de Freddy Kruger: si la primera fue escalofriante, la segunda será terrorífica", dijo.

CiU ha garantizado la estabilidad parlamentaria a Maragall hasta el referéndum del 18 de junio sobre el Estatuto, pero exige al presidente que especifique la fecha de las elecciones y que éstas sean "cuanto antes". El líder de CiU, Artur Mas, ha descartado presentar una moción de censura si Maragall se atiene a este guión, pero lo reconsiderará si el Gobierno tiene la tentación de alargar su vida más allá de octubre o noviembre.

La misma posición comparte ERC. El presidente del partido, Josep Lluís Carod, calificó ayer de "broma de muy mal gusto" que Maragall hablara del "espléndido futuro" del Gobierno catalanista y de izquierdas en el mismo acto en que se consumaba el fin del tripartito con la sustitución de seis consejeros de ERC.

Carod destacó que la expulsión de su partido del Gobierno deja a ERC en la posición que tenía antes del Pacto del Tinell, en octubre de 2003. Es decir, precisó, "con las manos libres" para escoger aliados en el futuro. Aclaró, además, que ERC considera perfectamente viable formalizar pactos con CiU, como en la práctica sucede en muchos ayuntamientos, igual que con el PSC. "No nos consideramos obligados por ningún acuerdo preestablecido", dijo.

Por si esto no bastara, el portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, recordó que el Gobierno está en minoría en el Parlament y tiene que negociar cada votación para alcanzar la mayoría. Anunció que su grupo parlamentario presentará enmiendas a los proyectos de ley y dio a entender que los republicanos sólo están interesados en aprobar las leyes elaboradas por los departamentos dirigidos por ellos. Calificó al Gobierno de "provisional", "interino" y "técnico", y advirtió de que si no se convocan elecciones para septiembre u octubre, el Gobierno deberá someterse a una votación de confianza en el Parlament para comprobar si cuenta con apoyo para mantenerse.

El portavoz del PP, Francesc Vendrell, habló de Gobierno "agónico" y aconsejó a Maragall que no alargue esta situación. En parecidos términos opinan incluso los dirigentes de Iniciativa Verds (ICV), partido que ha optado por permanecer en el Gobierno presidido por Maragall hasta el referéndum del Estatuto. A su portavoz, Joan Boada, le pareció bien que Maragall hablara de un futuro Gobierno tripartito catalanista y de izquierdas, pero para después de unas elecciones que, a juicio de ICV, tienen que celebrarse "cuanto antes".