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Entrevista:MANUEL CLAVERO | Ex ministro de UCD

"Realidad nacional es lo que hizo Andalucía el 28-F"

Acaba de cumplir 80 años y Manuel Clavero sigue la política andaluza casi con la misma intensidad que hace 26 años, cuando dimitió como ministro de la UCD por la discriminación a la que su partido quería someter a Andalucía. Miembro de la plataforma Andaluces Levantaos, el veterano catedrático de Derecho Administrativo es el ideólogo de la definición de Andalucía como "realidad nacional", conocida como fórmula Clavero, que aprobó el Parlamento andaluz en el Preámbulo del Estatuto reformado.

Pregunta. Últimamente se prodiga usted mucho.

Respuesta. Ya ve. Quién me iba a decir a mí que a los más de 26 años de haber tenido protagonismo en la conquista de la autonomía andaluza del 28-F de 1980, tendría de nuevo protagonismo en la reforma del Estatuto.

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P. Bueno, a usted es a quien se le ha ocurrido denominar a Andalucía "realidad nacional" en el Preámbulo del texto.

R. Vi que del Estatuto de Cataluña, después de pasar por el Congreso, había desaparecido la palabra nación y se decía en el Preámbulo que el artículo segundo de la Constitución reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad. Entonces, yo sugerí que, para no ser menos, en el Estatuto andaluz se pusiera que el artículo segundo de la Constitución reconoce la realidad nacional de Andalucía como nacionalidad. Y así lo propuse en una comparecencia en el Parlamento andaluz.

P. ¿Lo discutió con algún partido o con Andaluces Levantaos?

R. No, ni con los compañeros de la plataforma ni con ningún partido. Únicamente, el portavoz socialista en el Parlamento, Manuel Gracia, me dijo, al final de mi intervención, que creía que había dado en la diana y que lo hablaría con el presidente de la Junta.

P. ¿Era partidario de poner nación, como plantea el PA?

R. En la plataforma habíamos acordado que el concepto de nación en la Constitución está reservado para España, pero que si a Cataluña se le reconocía que era una nación o algo parecido, a Andalucía no se le podría negar. Hay que recordar que el Parlamento catalán aprobó que Cataluña era una nación, pero el Congreso no lo asumió y ha quedado como nacionalidad. Creo que basta con poner en el Preámbulo del Estatuto andaluz que Andalucía es una realidad nacional, vinculada a nacionalidad, donde, ojo, no hay un principio de cosoberanía.

P. ¿Qué significa realidad nacional?

R. Para mí es la definición que se les da a determinadas comunidades por su historia, cultura y, sobre todo, por su actuación tras la Constitución de 1978. Andalucía ha sido la única comunidad -por encima de Cataluña, País Vasco y Galicia- a la que se le ha exigido para ser comunidad de primera línea que prácticamente todos los ayuntamientos votaran la autonomía plena, y que después el pueblo lo ratificara en referéndum el 28-F, por el 50% del censo en cada una de las provincias. Andalucía consiguió lo que no tiene nadie, y eso es realidad nacional.

P. ¿Por qué cree que se ha tomado a chacota fuera de Andalucía?

R. Esas cosas nos han dado muchos votos, porque los andaluces somos muy celosos de nuestra personalidad. Que ERC y el BNG digan que si Andalucía es realidad nacional ellos tienen que ser más, sienta muy mal aquí. Se olvidan de la historia: Andalucía hizo el 28-F lo que ellos no hicieron.

P. El PP andaluz también ha puesto el grito en el cielo.

R. Por la falsa creencia de que realidad nacional puede ir contra España. He defendido que no se quitara la referencia a la unidad de España para que no se preste a malos entendidos. En cualquier caso, me han dicho que en el Congreso se va a poner otra vez como una enmienda del PSOE.

P. El presidente del PP, Javier Arenas, dice que es incoherente una realidad nacional dentro de la unidad española.

R. Pues yo creo que no. Vuelvo a decir que realidad nacional no significa cosoberanía. Y ya que me dice lo de Javier Arenas, quiero aprovechar la ocasión para decir que el 28-F tuvo una postura muy digna. Estuvo muy unido a mí y participó en los mítines a favor del referéndum. Y ahora cuando se dice de él que por qué no hace lo que yo hice entonces y dimite -lo digo a favor de Javier Arenas, a quien quiero mucho-, hay que considerar que la situación actual es distinta. Entonces lo que se le decía al pueblo andaluz es que no fuera a votar en un momento en el que Andalucía se estaba jugando nada menos que ser comunidad de primer orden. Ahora lo que se está defendiendo es si el Estatuto es bueno o malo, y también hay que respetar que el PP diga que no le gusta el Estatuto.

P. El PP dice que el concepto de realidad nacional rompe España.

R. Realidad nacional no rompe nada. ¡A la Constitución la quiero tanto!, por emplear una palabra sentimental. ¡Es que la hice! Y español soy como el que más, no me preocupa en absoluto que en el Estatuto andaluz ponga realidad nacional. Lo que pone en riesgo España son ciertos grupos en el País Vasco y Cataluña, no mayoritarios que, se ponga en los estatutos lo que se ponga, existen.

P. Andaluces Levantaos alertó sobre el riesgo de volver a una España de dos velocidades. Ya se reformó el Estatuto, ¿hay riesgo?

R. La plataforma nació hace dos años porque en los procesos de reforma el protagonismo lo tenía todo Pasqual Maragall [presidente de Cataluña]. En Andalucía había muy poco protagonismo, y nos temíamos -personas tan distantes en el orden político como Rafael Escuredo, Manuel Pimentel o Alejandro Rojas-Marcos- que se pudiera perder en estos procesos lo que se ganó el 28-F. Luego las cosas han cambiado. El presidente Chaves ya ha ido teniendo más protagonismo. El Estatuto que se ha aprobado en Andalucía es de primera, aunque quizás hagan falta algunas enmiendas.

P. ¿Cómo cuáles?

R. Me hubiera gustado que se prohibiera en el Estatuto que coincidieran las elecciones autonómicas con las generales. En Andalucía ha ocurrido muchas veces y eso es minusvalorar esta tierra porque el debate queda ensombrecido. También, la segunda descentralización en los ayuntamientos.

P. Y las transferencias por el artículo 150.2

R. Los estatutos no son el camino adecuado para traer esas competencias porque son del Estado. La propia Constitución prevé que se deleguen, no tienen que decirlo los estatutos, porque, claro, el que delega también puede retirar la delegación. Creo que, como ha ocurrido en el caso de Cataluña, el Congreso las va a rechazar.

P. ¿Y el Guadalquivir?

R. Hablar del Guadalquivir es hablar de Andalucía. Quizás, por el 150.2 no se pueda, pero puede hacerse de otras formas.

P. ¿Será un problema que el Estatuto no haya salido por consenso de todos los grupos?

R. Estamos todavía en el principio del final y caben enmiendas.

P. El PP ha dicho que va a votar que no.

R. Me gustaría que todos hicieran un esfuerzo, no es bueno un Estatuto de ganadores y de perdedores.

P. El PP apela al consenso, pero el PSOE opone que lo confunden con el derecho a veto.

R. El PP en las elecciones generales estaba en contra de las reformas de los estatutos, de manera que no puede verlos con simpatía. Pero si sale, aunque sea con votos en contra, el Estatuto es perfectamente legítimo.

P. ¿Le parece bien que el PP andaluz vaya al Congreso a oponerse al Estatuto andaluz?

R. En el caso catalán los tres miembros que permite el reglamento fueron a defender el texto. Si la mecánica parlamentaria le da derecho al PP a ir, lo que no tiene sentido es ir a defender un texto al que han votado que no. Si allí se va a representar al Parlamento andaluz, no me parece bien que el PP vaya a oponerse a un texto que ha aprobado el Parlamento.

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