Condenado a 21 años de cárcel el jefe de los Latin Kings en España

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 21 años de cárcel al jefe de la banda de los Latin Kings en España, Eric Javier Velastegui, como autor de los delitos de violación, detención ilegal y robo. El tribunal declara probado que, sobre las seis de la madrugada del 3 de mayo de 2003, Velastegui y su amigo Giovanni Mantilla Ceballos asaltaron a una pareja de novios (los testigos protegidos TP1 y TP2), que se encontraban en el interior de su vehículo estacionado en un paraje de la Casa de Campo de Madrid.

A raíz de esta violación, la policía hizo un registro en casa de Velastegui y halló un arsenal de documentación relativa al código de conducta de los Latin Kings. También localizó un libro con nombres y cuotas que pagaban cientos de jóvenes a la banda y se cercioró de que Velastegui era el mismísimo padrino de la banda en España. Velastegui se halla en la actualidad preso por esta violación y, según fuentes de su entorno, sigue dando órdenes a sus acólitos desde la prisión.

La sentencia que le condena a 21 años de cárcel, los mismos que pedía para él la Fiscalía de Madrid por estos hechos, ha sido dictada por la Sección Cuarta de la Audiencia, que preside Juan José Ortega López.

Según el tribunal, el día en que cometió la violación, Velastegui iba provisto de una pistola, y su amigo Mantilla, de una barra de hierro. Eran las seis de la madrugada del 3 de mayo de 2003. Mantilla rompió la ventanilla del conductor y se introdujo en la parte trasera del vehículo, en cuyo asiento se encontraba una pareja de novios. Velastegui se situó en la parte delantera del automóvil. Una vez dentro, según el tribunal, les robaron parte de sus pertenencias: a la chica, el bolso, un teléfono móvil, la tarjeta de crédito y otros efectos personales. Además, Velastegui y Mantilla le exigieron que les revelase el número secreto para hacer uso de la tarjeta. Al novio también le sustrajeron el teléfono móvil y una cadena con varias cruces.

"Desnudo en el maletero"

Según la sentencia, Mantilla obligó al chico a introducirse totalmente desnudo en el maletero del vehículo, donde le encerró, permaneciendo en el lugar de los hechos en actitud vigilante. Por su parte, Velastegui obligó a la chica a salir del coche y la condujo hasta un lugar próximo al vehículo, donde la obligó, esgrimiendo contra ella la pistola que llevaba, "a mantener relaciones sexuales completas por vía vaginal y anal, así como a realizarle una felación".

Según la sentencia, tras abandonar el lugar, los acusados se dirigieron a la calle Marcelo Usera de Madrid, donde realizaron un reintegro de 1.000 euros con la tarjeta de crédito de la chica. En un registro realizado en sus respectivos domicilios, la policía recuperó parte de los efectos sustraídos a la chica.

El tribunal no alberga dudas de la autoría de los hechos: los testimonios coincidentes de la pareja, el hecho de que ambos acusados han sido identificados por las víctimas de la agresión en varios reconocimientos (primero fotográficamente y después en rueda de detenidos) y el ADN de Velastegui, hallado en muestras recogidas en partes íntimas de la chica.