Prehistoria, África Negra y Oceanía
EL PAÍS presenta mañana, sábado, por 9,95 euros, el decimosexto volumen de la Historia del Arte
Los hombres de la prehistoria decoraban las cuevas donde vivían dibujando los animales que cazaban o pintando imágenes sobre pieles y cortezas. ¿Era arte? "El arte empieza en el momento en que el hombre crea, no con un objetivo utilitario como hacen los animales, sino para representar o expresar", dictaminó el ensayista René Huyghe. Concebido como mensaje, medio de expresión, es una forma de comunicación entre los hombres. Pero ¿en qué momento una obra humana se convierte en algo artístico? ¿Son arte las hachas del Paleolítico, los cantos rodados transformados en instrumentos para coser, comer o matar animales? A ello responde la nueva entrega de la Historia del Arte de EL PAÍS.
Es un enigma saber qué impulsó al hombre del Paleolítico a pintar estas figuras. Unos hablan de aburrimiento, otros de magia. Las primeras pinturas de caza, caballos, osos, mamuts, bisontes y renos, aparecen en el Paleolítico superior tardío hace unos 25.000 años sobre la pared de las cuevas donde se cobijaba el hombre. Es el arte rupestre. La representación naturalista de la realidad. Un censo de estas pinturas, elaborado por el Instituto francés de Arte Prehistórico de Toulouse, ha documentado más de 1.544 figuras pintadas sólo al norte de los Pirineos. Las cuevas de Lascaux, en Francia, son, junto con las de Altamira, las mejores muestras de este arte.
Las cuevas de Altamira, en Santillana del Mar, Cantabria, son la Capilla Sixtina del arte cuaternario. Descubiertas en 1868 por un cazador, fueron estudiadas por Marcelino Sanz de Sautuola, un reputado intelectual santanderino aficionado a la paleontología. Pero el mayor mérito le corresponde a su hija María, quien en 1879 descubrió las representaciones de bisontes escondidas entre las rocas del techo. Las cuevas de Altamira se componen de una galería principal de grandes dimensiones en la que penetra la luz del sol y donde se cree habitó el hombre. Los bisontes de la Gran Sala de los Polícromos, una bóveda de 18 metros de largo por nueve de ancho, datan de hace más de 15.000 años. Fue la primera cueva decorada que se descubrió y sigue siendo la más bella. Todos los bisontes adoptan distintas posiciones y dan sensación de movimiento. El hombre cazador da paso al hombre agricultor. El Paleolítico al Neolítico. En el Neolítico se producen ya los primeros asentamientos humanos. Los rastros más antiguos se hallaron al norte de Mesopotamia. El hombre construye casas, fabrica vasijas y talla figuras que, en el caso de las que representan a la mujer, acentúan los rasgos relacionados con la fertilidad. Venus de caracteres sexuales evidentes, con formas redondas y rotundas. Algunas tienen las caderas muy marcadas, como la de Lespuge. La más grande es la de Savignano (mide unos 22 centímetros); la de Willendorf y la de Laussel son las más famosas.
Cuando se habla de arte primitivo no significa que los artistas tengan un conocimiento primario del arte. Al contrario, muchas tribus del África Negra y Oceanía han desarrollado una habilidad asombrosa en esculturas talladas con utensilios verdaderamente rudimentarios. En Oceanía, los habitantes de Nueva Guinea pintaban sobre cortezas de madera las gestas de sus antepasados. Son unas representaciones figurativas y coloristas que los surrealistas imitaron hasta la saciedad. En África, en el poblado de Nok, en la provincia nigeriana de Zaria, se hallaron una serie de estilizadas cabezas humanas en terracota de entre el 500 antes de Cristo y el 200 después de Cristo. La belleza de las tallas y las máscaras negroafricanas fueron descubiertas por los fauves y los cubistas a principios del siglo XX. Braque, Picasso y Modigliani se inspiraron en ellas. Los expresionistas alemanes creyeron ver en las esculturas procedentes del África Negra y de Oceanía la respuesta a los interrogantes acerca de la validez de las antiguas tradiciones artísticas de Occidente. Encontraron en el arte de los pueblos primitivos la esencia de la libertad del artista. Pero el interés por el arte africano corría paralelo con la colonización de África. Misioneros y colonos acabaron pronto con esta actividad que se nutría de su propia cultura y magia religiosa.Los expresionistas alemanes encontraron en los pueblos primitivos la esencia de la libertad del artista
Babelia
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