¿Quién disparó a 'Balto'?
El Refugio denuncia la levedad de las penas impuestas a los maltratadores de animales
Balto es un perro mestizo de color marrón; tiene dos años y camina sobre dos patas y dos ruedas. Balto no sale en este artículo por haber hecho ninguna heroicidad ni por ser un prodigio de la tecnología, sino por ser el protagonista de una de las historias que ayer contó la asociación protectora de animales El Refugio para denunciar la falta de conciencia social que existe en España para proteger los derechos de los animales.
Balto tiene inmovilizadas las dos patas traseras porque alguien le disparó en el complejo urbanístico de Los Ángeles de San Rafael, a 65 kilómetros de Madrid. El proyectil le dañó la médula y desde entonces se ve obligado a caminar sobre una especie de silla de ruedas fabricada por los miembros de la asociación. El Refugio aportó la bala que dejó paralítico a Balto al juzgado de instrucción nº 2 de Segovia y solicitó una prueba balística para averiguar quién le disparó, pero el juez rechazó la prueba por considerarla desproporcionada en el caso de un perro, según la asociación.
"La historia de Balto es un ejemplo de la falta de conciencia social que tienen los jueces a la hora de aplicar las penas que se merecen los autores de estos delitos según los artículos 337 y 631 del Código Penal", asegura el presidente de la asociación, Ignacio Paunero. "Según la ley, desde el 1 de octubre de 2004 se puede condenar a una persona que maltrata a un animal a una pena de tres meses a un año de cárcel, pero son muy raras las ocasiones en las que se lleva a alguien a prisión por estos delitos y muchas veces no se investiga lo suficiente".
Pese a todo, la gente del Refugio considera que, con la entrada en vigor de la reforma del Código Penal, se ha avanzado mucho en su tratamiento. Ayer aportaron datos del Consejo General del Poder Judicial. A saber, que en esos 18 meses se han iniciado en España 321 procesos penales por maltrato a animales. Las comunidades autónomas donde se ha abierto un mayor número de procedimientos son Castilla-La Mancha, con 58 casos, y Madrid, con 40. En el otro extremo aparece la Comunidad Valenciana, donde no se ha interpuesto ninguna denuncia por maltrato a un animal, y La Rioja, con una.
De todas formas, la mayoría de los casos siguen teniendo como solución la multa. Por ejemplo: 45 euros para un hombre que, en una pelea de perros, mató de un navajazo al contrincante de su mascota; 100 euros de multa para el autor de un disparo a un perro que molestaba a sus ovejas; 90 euros de condena para la persona que dejó morir de hambre y sed a sus dos perros.
"Al autor del maltrato, su conducta le sale casi gratis. Estos delitos deben ser denunciados por todos, no sólo como un deber ético, sino también porque es un deber social y legal, como ocurre con cualquier otro delito", explica Paunero y añade el portal de su asociación en la Red (www.elrefugio.org) y un teléfono (91.730.36.80) para aquellos que quieran denunciar algún caso.
Además de la historia de Balto, El Refugio contó los casos de otros perros: Nena, una hembra cruce de caniche que fue quemada; Tobías, un mestizo tiroteado en el pecho; o Ingrid, una perra San Bernardo rescatada de un domicilio en el que llevaba encerrada más de cinco años. Todos ellos están esperando para ser adoptados.
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