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La reforma laboral costará 2.165 millones al Estado en dos años

La medida más cara es la reducción de cotizaciones empresariales

Lucía Abellán

La reforma laboral recién aprobada por el Gobierno, la patronal y los sindicatos tendrá un coste de 2.164,9 millones de euros entre 2006 y 2007. Esa cantidad se suma a los casi 3.000 millones anuales que suponen ahora los incentivos al empleo. El principal gasto se producirá en 2007, pues este año la reforma sólo se aplicará a partir del 1 de julio. La medida más gravosa es la rebaja de cotizaciones empresariales, que cuesta 1.273,5 millones.

El Estado dedicará cada año alrededor de 1.300 millones de euros adicionales para sufragar los nuevos incentivos al empleo, la reducción de cotizaciones empresariales y la mejora de las prestaciones que establece la nueva reforma laboral. La cantidad es similar, por ejemplo, a lo que los Presupuestos Generales del Estado gastan anualmente en prestaciones de maternidad. En 2006 esa cantidad será menor -870,9 millones más-, pues los beneficios de la reforma, que entra en vigor el próximo 1 se julio, sólo se percibirán durante seis meses. En 2007, ese incremento será ya de 1.294 millones, según fuentes del Ministerio de Trabajo.

Esas cantidades anuales se suman a lo que ya cuesta incentivar la contratación de trabajadores. Esa partida asciende a 2.980 millones de euros este año. Respecto a su financiación, provendrá prácticamente al 50% del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem) y de las cotizaciones del Fogasa, un fondo dependiente del Ministerio de Trabajo que cubre a los trabajadores cuyas empresas están en quiebra y que se nutre de las cotizaciones empresariales. Este año, sin embargo, los fondos provendrán mayoritariamente del servicio de empleo.

La medida más gravosa del acuerdo corresponde a la rebaja de cotizaciones empresariales. Las compañías tendrán una reducción de 0,25 puntos en su cotización al desempleo de los trabajadores fijos a partir del 1 de julio. Y lo que abonan al Fogasa, que en los últimos años registra superávit, se reduce a la mitad. Ambas medidas tienen un coste similar y suponen en conjunto 424,5 millones este año y 849 el que viene. Es decir, casi el 66% del coste de la reforma.

La segunda partida por importancia es el aumento de los incentivos a las empresas, que ahora se otorgarán como una cantidad fija al empleo fijo y antes suponían un porcentaje de la contratación. Pero el efecto será prácticamente neutro en el gasto. En 2007 ese cambio sólo supondrá 59 millones más. Este año el gasto es mayor, 273,5 millones, porque se incluye el plan de choque consistente en bonificar con 800 euros todos los contratos temporales que se conviertan a fijos antes del 31 de diciembre de este año. A partir de ese momento sólo se premiará la contratación indefinida, centrada en varios colectivos: mujeres, jóvenes, mayores de 45 años, parados y discapacitados.

La medida menos gravosa será la mejora de las prestaciones. Los parados mayores de 45 años sin cargas familiares podrán recibir el subsidio de desempleo durante seis meses (ahora sólo lo percibían los parados con familia). Y el Fogasa mejorará los salarios y las indemnizaciones que abona a los trabajadores de empresas en quiebra. Todo ello costará 172,9 millones de euros este año y 386 el que viene.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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