Saber batirse en retirada
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha dado un paso razonable al abrir un periodo extraordinario de seis meses para presentar nuevas alegaciones y sugerencias sobre la polémica reforma del paseo del Prado-Recoletos. Las protestas de estos días, con la baronesa Thyssen a la cabeza de la defensa de la estética y los árboles de la zona, han producido su efecto. Es poco probable que, tras el ruido que se ha armado, dentro de seis meses, a las puertas de la campaña para renovar su cargo en las elecciones de la primavera de 2007, Gallardón vuelva a la carga con este proyecto de obra que nadie reclamaba, pese a que contara con la firma de grandes urbanistas. El alcalde ha sabido batirse en retirada sin parecerlo. "Me importa, y mucho, lo que dice la Fundación Thyssen", ha dicho el alcalde, que sabe que, en unos metros, Madrid cuenta con una concentración de arte sin parangón en el mundo.