Maragall insinúa que prescindirá de ERC si obstaculiza la victoria del 'sí' al Estatuto

Pasqual Maragall lanzó ayer una contundente advertencia a ERC: si la victoria del sí en el referéndum se tambalea por culpa de problemas internos del tripartito, tomará una seria decisión inmediata. Aunque no la concretó, su formación política, el PSC, sólo tiene en mente prescindir de los republicanos en el Gobierno esta misma semana para liberarse del lastre de su oposición al Estatuto y poder afrontar el referéndum con mejores perspectivas. El presidente convocará, tras la aprobación del texto en el Senado, a sus consejeros y a los líderes del tripartito para comunicarles que éste es el Gobierno del sí.

Mañana de ejecutivas de todos los partidos catalanes y tarde de comparecencia parlamentaria de Pasqual Maragall para explicar la última remodelación del Ejecutivo catalán, que, como recordó ayer el popular Josep Piqué, ya ha quedado desfasada por el vertiginoso ritmo en que se suceden las crisis en el tripartito.

El presidente verbalizó en una comisión del Parlamento catalán el sentir mayoritario de sus compañeros del PSC, expresado en la reunión de su ejecutiva. Es decir, que la situación es tan insostenible que está en riesgo una victoria diáfana del sí en el referéndum sobre el Estatuto. Y es esto lo que, a toda costa, los socialistas pretenden impedir. "Si no hacemos algo nos desangraremos", explicó gráficamente un alto dirigente de este partido.

Esta solución pasaría, a juicio de un sector nada desdeñable del PSC, por que esta misma semana y tras la votación del Estatuto mañana en la Cámara alta, Pasqual Maragall prescindiera de los republicanos, manteniendo hasta el 18 de junio un Gobierno en minoría para, posteriormente, convocar elecciones anticipadas para otoño. Convergència i Unió (CiU) no ve impedimento a esta salida, que ayer también vislumbró el consejero portavoz del Gabinete, el socialista Joaquim Nadal.

Maragall no desveló sus intenciones. Tan sólo dijo que, tras la votación del Senado, convocará a los líderes del tripartito y sus consejeros para transmitirles un inequívoco mensaje: que este es el Gobierno del sí y que deberá trabajar y hacer campaña en este sentido. Y si algún partido se siente incómodo cumpliendo este mandato, alertó, "tomaré de manera inmediata las decisiones pertinentes". A continuación señaló que hay otras soluciones que la de disolver el Gobierno y reclamó el apoyo sin fisuras de los partidos que promueven el sí en el referéndum. Iniciativa y PSC mostraron su predisposición al presidente catalán, mientras que CiU evitó pronunciarse aunque le agradeció su firmeza y el hecho de que cualquier decisión que tome sobre la continuidad del tripartito se la comunique a su jefe de filas, Artur Mas.

Maragall minimizó la gravedad de la actual crisis del tripartito -"el Gobierno no está dividido sobre el Estatuto, tan sólo hay diferentes sensibilidades", llegó a afirmar-, aunque reconoció la posibilidad de un precipitado fin.

El republicano Joan Ridao insistió en que el tripartito puede agotar la legislatura a pesar de su posición contraria a la reforma y subrayó que su partido acatará el resultado de la reforma y aplicará el nuevo Estatuto si sale refrendado de las urnas. Esquerra, señaló, no teme un adelanto electoral y está preparada para afrontarlo.

Artur Mas arremetió de lleno contra Maragall, a quien responsabilizó, en parte, de la decisión de ERC republicana por su "incapacidad" de liderar el proceso estatutario. "Quizá", dijo, "su Gobierno es el mejor que ha tenido la Generalitat, pero usted es el peor presidente". A pesar de las críticas, los nacionalistas piensan implicarse totalmente en la campaña del sí, venciendo así algunas reticencias dentro de Convergència, con un sector que apostaba por la presentación de una moción de censura.