Una nueva oleada de atentados suicidas causa más de 30 muertos en Irak

Una serie de ataques suicidas casi simultáneos con bomba que golpeó ayer Bagdad y la ciudad sagrada para la comunidad chií de Kerbala mató a más de 30 iraquíes. Los primeros dos coches bomba explotaron en dos barrios suníes del norte de Bagdad. Un automóvil conducido por un terrorista explotó en un puesto de control del Ejército iraquí cercano a un colegio en el barrio de Adamiya, al norte de Bagdad, y mató a tres civiles y seis soldados. El tercer atentado se produjo cerca de la sede del Gobierno provincial de Kerbala, unos 80 kilómetros al sur de la capital.

El Ministerio del Interior iraquí informó ayer de que el sábado se encontraron en Bagdad 43 cadáveres. Todos estaban maniatados, con los ojos vendados y con un tiro en la cabeza y otro en el abdomen. El Ministerio no ofreció más detalles sobre las causas de su muerte.

En cuanto al atentado del coche suicida en Adamiya, en Bagdad, la escena cerca del colegio era un cuadro de devastación y sangre. Las extremidades de los cadáveres aparecieron dentro del colegio. Algunas estudiantes se desmayaron al ver la cabeza de una de las víctimas separada del resto del cuerpo.

Yasmin Ahmed, una estudiante de 23 años del colegio Ibn al Haitham, resultó herida en el rostro y en un brazo por el coche bomba. "Sucedió justo cuando yo iba entrando en el colegio", comentó. "Sentí que el calor invadía mi cuerpo y la metralla caía sobre mí", dijo antes de que la evacuasen en una ambulancia.

Mohammed Alí Ahmed, un taxista, ayudó a los conductores de una ambulancia a trasladar a una mujer gravemente herida hacia el hospital. Ahmed también había resultado herido en la cabeza, en el cuello y en los brazos, y su ropa estaba cubierta de sangre.

Poco después de la explosión en Adamiya, otra terrorista suicida hizo estallar su vehículo cerca de un centro policial en Waziriya, cerca de la redacción del periódico estatal Al Sabah. Un civil resultó muerto y otros seis, heridos.

El ataque en la ciudad santa chií de Kerbala tenía como objetivo la mezquita chií de Al Bait. La explosión tuvo lugar en medio de un atasco de tráfico causado por un accidente en una calle muy transitada. Los testigos indicaron que el terrorista suicida se encontraba en medio del atasco cuando detonó la bomba. Más de 20 personas murieron, según diversos testigos, aunque el director del principal hospital de la ciudad indicó que sólo habían muerto tres civiles y 23 habían resultado heridos.

Las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak detuvieron ayer a nueve supuestos miembros de un grupo armado especializado en la colocación de artefactos explosivos, en las cercanías de Kirkuk, a 250 kilómetros al noreste de Bagdad.

En cuanto al ataque que se produjo el sábado en Basora, en el que un proyectil de los insurgentes derribó un helicóptero británico, fuentes del Ejército de Reino Unido indicaron que murieron cinco soldados británicos y no cuatro tal como se informó en un primer momento.

Por otra parte, el Parlamento kurdo votó ayer por unanimidad la formación de un único Gobierno para la zona autónoma de Kurdistán, en el norte de Irak, poniendo fin al sistema de dos Ejecutivos locales separados.