La insurgencia derriba un helicóptero y mata a cuatro británicos en el sur de Irak
Cinco civiles iraquíes fallecen en Basora en los disturbios registrados tras el ataque
Basora vivió ayer uno de los incidentes más graves de los últimos meses, al ser derribado en pleno centro de la ciudad un helicóptero militar británico con cuatro soldados a bordo y la muerte de otros cinco civiles iraquíes en los disturbios que se registraron con posterioridad. La muerte de los militares que viajaban en el aparato -sin precisar su número ni la causa- fue confirmada desde Londres por el nuevo ministro de Defensa, Des Browne. La policía iraquí confirmó desde la mañana que se trataba de "un proyectil que había derribado" el aparato.
Las imágenes de la televisión iraquí mostraron que el helicóptero había caído en un barrio densamente poblado llamado Al Saei, en esta ciudad del extremo sur del país, la segunda en población de Irak. Los miembros de la Defensa Civil iraquí que acudieron a apagar las llamas del helicóptero habían informado de que había cuatro cadáveres calcinados entre los restos del aparato.
Pero la violencia no terminó ahí: inmediatamente después del derribo una muchedumbre se congregó junto a los restos del aparato celebrando su caída, levantando los brazos al cielo y coreando al Ejército del Mahdi, la milicia chií más activa en esta zona del país. Cuando llegaron soldados británicos para retirar a sus compañeros muertos, fueron recibidos a pedradas y la televisión mostró imágenes de varios de ellos, fuertemente armados, corriendo por las calles de la ciudad, algunos disparando al aire.
La muchedumbre pasó de la alegría a la cólera y acabó apedreando y quemando varios de los vehículos militares británicos, mientras que los soldados se enfrentaron a los alborotadores. En circunstancias aún no muy claras, según la policía iraquí citada por la cadena Al Yazira, cuatro civiles murieron -no se sabe si por fuego británico o no- dos de ellos adolescentes. Los disturbios se saldaron además con tres vehículos militares incendiados y 19 heridos y las autoridades decretaron el toque de queda.
Por su parte, la cadena británica BBC aseguró que los muertos en los disturbios fueron cinco y los heridos cerca de 28. Los de ayer son los incidentes más graves desde que las tropas británicas se hicieron cargo, hace ya tres años, de la seguridad en la provincia de Basora, casi exclusivamente chií.
La tensión ha sido esporádica entre las tropas británicas y la población de Basora, pero en los últimos meses se repiten los incidentes y roces no sólo con la población local, sino incluso entre las tropas británicas y las autoridades locales.
El capitán del Ejército británico Sebastian Muntz declaró que, a pesar de que las imágenes provenientes de Basora son "horribles", la situación para los soldados británicos ha mejorado.
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