El drama de los subsaharianos
Soy argentina, y todos los días leo con profunda tristeza el drama de los subsaharianos que quieren cruzar a España, su expulsión al desierto y la frustración de sus esperanzas. Me conmovió aún más la fotografía publicada por Sergio Caro del 5 de mayo donde aparecen esposados como delincuentes, aunque su único delito es querer ser libres, libres para poder trabajar, para poder comer todos los días y vivir con dignidad. Y creo que en eso nos diferenciamos del primer mundo, nosotros los argentinos tenemos muchas carencias, tenemos pobreza, delincuencia, malos gobernantes, pero no tenemos fronteras ni vallas, albergamos a quienes acá vienen a trabajar honestamente.
Nuestro país es un crisol de razas, y eso nos enorgullece, convivimos los blancos con los negros, compartimos diferencias de credo y raza, muchas veces nos miramos con desconfianza, pero no expulsamos de nuestra tierra a seres humanos indefensos e inocentes que sólo quieren sobrevivir con dignidad. Quiera Dios que no perdamos la capacidad de asombro, ni la condición de "seres humanos" para identificarnos con nuestros hermanos subsaharianos.
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