"Quiero que las universidades reciban más dinero en 2007"

Es el primer consejero de Universidades que no proviene de la Universidad y acaba de rodearse de un equipo de expertos para acabar la legislatura. Habla despacio, escucha, mira y se le nota que busca la precisión, el mensaje. Médico de profesión y vicesecretario general de Esquerra Republicana (ERC), era hasta hace dos semana secretario de Estrategia y Coordinación del Departamento de Salud. Al nuevo consejero de Universidades, Investigacion y Sociedad de la Información (DURSI) le gusta hacer senderismo y recorrió las Hoces del Cabriel, en Cuenca, la pasada Semana Santa. Nacido en Ripoll en 1958, está leyendo El viaje a la felicidad, de Eduardo Punset, y la novela de Ken Follet, ambientada en la Edad Media, El Pilar de la Tierra.

"Debemos ver cómo abordar nuevas ayudas a los estudiantes como los créditos blandos para retornar a posteriori"

"El Estatuto ha quedado lejos de las expectativas y, por tanto, pasa a ser un elemento importante, pero no el único objetivo del Pacto del Tinell"

Pregunta. Usted es médico y el primer consejero del DURSI que no proviene de la Universidad. Da la sensación de que tiene un perfil más político que sus antecesores, Andreu Mas-Colell y Carles Solà. ¿Es así?

Respuesta. Creo que sí. Mi perfil es político. Provengo de la medicina como cirujano ortopédico y de la gestión de un hospital en Granollers como director médico, y los dos últimos años como responsable de Estrategia en el Departamento de Salud. Soy, por tanto, gestor y planificador. Cuando se planteó la reestructuración del Gobierno, el presidente de mi partido, Josep Lluís Carod, expuso al presidente Pasqual Maragall personas con perfil político, en mi departamento y en el de Gobernación. Perfil político porque una de las voluntades tras la reestructuración fue garantizar la continuidad del Gobierno y darle consistencia para, a su vez, garantizar la cohesión del tripartito pese a los desacuerdos que pueda haber.

P. ¿Con consejeros de perfil más político se garantiza mejor la cohesión del Gobierno?

R. Seguro que sí porque la apuesta del Pacto del Tinell [que alumbró el Gobierno tripartito] es política. El hecho de conocer la situación política y en este caso la vinculación con la dirección del partido ha de facilitar la cohesión, primero en el partido y luego en el Gobierno. Es una visión que explica la elección de mi perfil, que en el caso de la Universidad podría ser visto como un inconveniente, pero también como una ventaja en el sentido de no estar condicionado por un historial previo en ninguna universidad. Yo lo veo como una ventaja.

P. Ha asistido ya a dos o tres reuniones de Consell Executiu. ¿Qué sensación tiene allí al ver que su partido, ERC, participa en la acción diaria de gobierno, pero no apoya la principal ley catalana, el nuevo Estatuto.

R. Es una situación curiosa porque creo que hay dos mundos. El mundo real del Gobierno y el de la opinión publicada.

P. ¿No se publica todo lo que pasa en el mundo político?

R. Quiero decir que hay una discrepancia. En el Gobierno hay buena sintonía y buen ritmo de trabajo, y el hecho de que haya discrepancias sobre el Estatuto no causa malestar ni crispación. Esta discrepancia está asumida por el presidente y por los consejeros y consejeras y no altera el funcionamiento del Gobierno.

P. No se lo decía tanto por esto, sino por si usted, que proviene de la cúpula de ERC, tiene en el Gobierno una sensación agridulce.

R. No me ha generado ningún malestar. Al contrario, dentro del Gobierno he notado un buen ambiente de trabajo. Pese a ser una ley importante, el Estatuto ha quedado lejos de las expectativas que todos tenían y, por tanto, pasa a ser un elemento importante, pero no el único objetivo del Pacto del Tinell.

P. Quedan 18 meses de legislatura y aunque lleva dos semanas, ¿se ha fijado ya prioridades?

R. No sólo las tengo yo, sino todo el equipo. Es diferente cuando empiezas la legislatura, que cuando te incorporas a un departamento que va a velocidad de crucero. Algunas cosas están hechas, otras por completar y algunas por hacer. Uno de los objetivos que me he marcado es dar a conocer algunas cosas hechas que no se han explicado demasiado. También dar continuidad a proyectos en marcha, que se acabarán, y de lo que queda por hacer, dar prioridad a unos y arrancar otros.

P. ¿Puede concretar objetivos?

R. En universidades hemos de profundizar en la financiación y encontrar soluciones inmediatas con vistas al año 2007. Hay conversaciones con universidades, con Economía y Finanzas y entre nosotros mismos. Hay retos para la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior y necesitamos actuar codo con codo con el Estado respecto a las velocidades, la adaptación al catálogo de titulaciones y el precio de los masters. En el asunto de la investigación, presentaremos las prioridades en poco tiempo. Permítame que no entre en detalle, pero la idea es consolidar los centros de excelencia en investigación en diversos ámbitos. Por tanto, hay que acabar de dibujar el mapa de estos centros. Esto supone un plan de inversiones que ya explicaremos. Una área básica es el de la biomedicina y la biotecnología, donde ya somos buenos. Otras son la fotónica, el supercomputador y el acelerador de neutrones. Una tercera es la sociedad de la información y el conocimiento. Aquí hay proyectos en marcha que deben consolidarse, pero la meta sería que a final de legislatura todas las poblaciones de más de 100 habitantes tengan banda ancha.

P. Esto ya estaba previsto, aunque no en el Pacto del Tinell.

R. Esto supera al Tinell. En noviembre de 2007 estaríamos en condiciones de asumir que todas las poblaciones de más de 100 habitantes tengan banda ancha.

P. Su antecesor, Carles Solà, anunció un plan de 400 millones de euros en inversiones para las universidades en el próximo quinquenio. ¿Cómo está este plan?

R. Este plan está presentado a los rectores. Lo que ahora me planteo es un incremento de fondos para el funcionamiento diario, los gastos generales de la Universidad para el año 2007. Ya lo he hablado con el consejero de Economía, Antoni Castells.

P. Desde el ángulo de los alumnos, el futuro espacio universitario europeo supondrá más gasto. Uno de los compromisos de la legislatura aún no cumplidos es aumentar las becas.

R. En este asunto hay un cierto conflicto con el Estado, que desgraciadamente el nuevo Estatuto no resolverá, y no queda otra solución que continuar con la negociacion de las becas. La sentencia sobre éstas no se cumple. Nos queda la negociación y lo haremos con la ministra Mercedes Cabrera. Debemos ver cómo podemos abordar la cuestión y poner sobre la mesa otras fórmulas como créditos blandos para retornar a posteriori.

P. Su departamento elaboraba un decreto sobre la exigencia del catalán para los nuevos profesores. ¿Qué hará en este asunto?

R. El decreto se paró. Tengo la impresión de que en este caso el nuevo Estatuto nos lo resolverá porque dice que todos tenemos el derecho y el deber de saber el catalán, y el deber también afecta a los profesores. Nuestra actitud será ayudarles a asumir este deber y este derecho.

gP. Entonces, ¿ya no será necesario el decreto?

R. Eso estará en función de cómo se pueda desarrollar el nuevo Estatuto, qué marco jurídico nos da. Estoy convencido de que un profesor, venga de donde venga, después de un tiempo necesario conocerá el catalán.