_
_
_
_
_
Día de la Comunidad de Madrid

"Lo mejor es cortito y al pie"

La Comunidad celebra su fiesta y homenajea, como ejemplo de integración, a Alfredo di Stéfano, un argentino llegado hace 55 años

Mábel Galaz

Alfredo di Stéfano es hombre de pocas palabras en la calle y de gesto certero en su discurrir por los campos de fútbol en los que alcanzó las mayores glorias. Ayer pasó un momento de apuro cuando, tras recibir la medalla de oro de la Comunidad de Madrid, le tocó quedarse solo en el estrado y dar las gracias. "Lo mejor es cortito y al pie", anunció antes de sacar sus apuntes. En un minuto, Di Stéfano resolvió el partido y dio las gracias por la distinción. Eso sí, lo hizo con la misma emoción con la que vivió las cinco copas de Europa que ganó con el Real Madrid. "Para un argentino llegado hace 55 años, esta medalla es algo muy grande", confesó entre lágrimas. "Él es un claro ejemplo de la capacidad que tiene Madrid para acoger a los que llegan de fuera", añadió la presidenta, Esperanza Aguirre, que calificó al equipo madridista como "el mejor del siglo XXI".

Sabanés comenzó a despedirse y Gallardón dijo: "La echaremos de menos"

Esos gestos cortitos y al pie que a Di Stéfano le gustan, no tienen fácil encaje en la vida política. En los salones de la Real Casa de Correos, donde cada 2 de mayo la presidenta de la Comunidad invita a medio Madrid, los gestos son escudriñados a fondo y son todo menos cortos.

El primer objeto de análisis es el saludo entre Esperanza Aguirre y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. De su intensidad se llegan a hacer sesudos análisis que desembocan en conclusiones sobre en qué estado se encuentran sus relaciones. Ellos, conscientes de la situación, se afanan en no defraudar al público. Ayer hubo un largo abrazo, muchas sonrisas e, incluso, un comentario del alcalde sobre el traje blanco roto de la presidenta, que coincidía en color con el de Mar Utrera, la esposa de Gallardón. De los árboles del eje Prado-Recoletos, ni palabra; de la guerra de las alcantarillas, tampoco.

En este 2 de mayo, los rifirrafes políticos quedaron en un segundo lugar. Mariano Rajoy, presidente del PP, bendijo a Aguirre y Gallardón: "Los dos lo están haciendo muy bien. Las encuestas lo dicen". Ruiz-Gallardón hizo lo propio con Inés Sabanés, la portavoz municipal de IU, que ayer anunció su intención de luchar en 2007 por ser la candidata de su formación a la presidencia de la Comunidad. "Desde la distancia ideológica, que como ustedes saben es muy importante, yo en los tres años que llevo como alcalde, en los ocho años como presidente de la Comunidad y me atrevo a meter aquí también los años que anteriormente estuve en la oposición, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, creo que no he conocido a ningún político que tenga los conocimientos y la vocación de trabajar por los ciudadanos como los tiene Inés Sabanés. Si se va, la echaremos de menos".

Trinidad Jiménez, portavoz municipal socialista, también tuvo palabras de reconocimiento a su compañera en las trincheras contra Gallardón, aunque ayer en las filas socialistas de lo que se hablaba era también de la encuesta de EL PAÍS que marcaba la hegemonía del PP en Madrid. Cristina Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, buscó entre la multitud a Rafael Simancas: "Quería verte para darte un abrazo y decirte que los del PP queremos que tú seas el candidato y que, al margen de las diferencias, te queremos". Las palabras de Cifuentes dejaron con la boca abierta al líder socialista, que sospechó que el gesto era el propio del que se cree ganador. "Ojo, que queda un año", respondió Simancas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, fue la representante del Gobierno en la celebración. Y lo fue elegida por su vinculación a Madrid, de quien fue concejal y por su conocimiento de la Comunidad desde sus peleas continuas con Aguirre por el agua, la reforma de la M-30 y la ampliación de la carretera de los pantanos (la M-501).

"¿Dónde están los míos?", preguntaba la ministra mientras miraba a los 2.000 invitados. Entre ellos, la actriz Sara Montiel, el bailarín Víctor Ullate, el escritor Fernando Sánchez Dragó, el sociólogo Amando de Miguel, los humoristas José Luis Coll y Josema Yuste y el diseñador Jesús del Pozo, que no lograron llamar la atención de los fotógrafos. El único que se hizo notar fue el actor Raúl Sender, que dio un taconazo marcial a modo de saludo a Esperanza Aguirre. Ése sí fue un gesto como el de Di Stéfano: cortito y al pie.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_