Aguirre 'tumba' el plan del Prado-Recoletos

La oposición del Gobierno regional al proyecto del eje Prado-Recoletos no es nueva, aunque haya aflorado ahora. Así lo demuestra un informe de las Consejerías de Medio Ambiente, Cultura y Educación sobre este plan de reforma, a partir del documento de aprobación inicial del proyecto enviado por el Ayuntamiento al Ejecutivo regional el 22 de julio de 2005. Las conclusiones del informe preliminar, hecho entre octubre y noviembre pasados, son demoledoras. Fuentes de la Comunidad explicaron que la próxima semana cerrarán la versión definitiva, que será aún más dura, aunque no es vinculante. El dictamen del equipo de Aguirre critica la "importante afección ambiental" del proyecto, en el que serán talado el 66% de los 690 árboles afectados.

"Nos gusta el proyecto del eje Prado-Recoletos. Es un proyecto maravilloso, muy estimable, de uno de los mejores arquitectos del mundo [Álvaro Siza], pero tiene que compaginarse con la protección de una de las arboledas más emblemáticas que tenemos en Madrid", manifestó ayer la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en la Real Casa de Correos, donde se celebraba el Día de la Comunidad.

Esta postura es la que mantienen en su informe las Consejerías de Medio Ambiente, Cultura y Educación. El dictamen más duro con el proyecto del Ayuntamiento de Madrid, que dirige Alberto Ruiz-Gallardón, es el de Medio Ambiente, que concluye que las previsiones del Plan Especial Prado-Recoletos suponen una "importante afección ambiental, especialmente en lo referente al arbolado urbano".

El documento regional aclara que el "Plan Especial supone una profunda afección a la vegetación", porque suprime un gran número de ejemplares y elimina "alineaciones históricas". Su propuesta es que el Consistorio estudie alternativas "más respetuosas con el patrimonio natural de la ciudad".

460 árboles talados

El informe incluye el detalle de los árboles afectados en cada tramo del proyecto y destaca que serán 690 ejemplares los que de algún modo u otro van a sufrir a causa de las futuras obras. "Muchos de los ejemplares que se propone eliminar [el proyecto] son de gran valor por su porte, su edad y su contexto histórico". Y califica esta posibilidad de "grave afección ambiental".

Según Medio Ambiente, el número de ejemplares que serán eliminados es "muy elevado", ya que se trata de al menos 460. Es decir, un 66% de los árboles afectados por el proyecto de Recoletos-Prado, que reformará el tramo comprendido entre Atocha y la plaza de Colón. "Sufren trasplante al menos otros 187", agrega el documento.

El tramo en el que desaparecerán más árboles es del que cita como Rondas-Embajadores, donde serán talados 146 y no habrá ni un solo trasplante. Después, es el paseo del Prado, donde quedarán eliminados 69 de los 144 árboles afectados y son trasplantados 75. Le sigue el barrio de los Jerónimos, donde también serán talados todos los ejemplares afectados (64). En el paseo de Recoletos serán talados 45 talas de los 79 ejemplares contemplados en el proyecto municipal.

El único tramo donde no habrá talas es en el denominado barrio Centro Reina Sofía, donde los 28 árboles que sufrirán afecciones por la remodelación serán trasladados, según el plan.

Los técnicos de Medio Ambiente hacen una larga explicación en el informe del importante valor que suponen los árboles para una ciudad como Madrid, e incluso para toda la región. Según esta explicación, "el árbol forma parte del patrimonio histórico-artístico de la ciudad" y alegan que existiría incluso un "derecho social al paisaje".

Por eso, desde la consejería concluyen que "el arbolado urbano precisa de una protección especial". También destacan que en una ciudad como Madrid los árboles imprimen "una gran significación en la imagen colectiva de la ciudad e incluso el valor como referente simbólico para toda la Comunidad de Madrid de los conjuntos arbolados afectados por el plan especial".

La consejería recalca que "el trasplante de ejemplares de gran porte y edad es extremadamente delicado desde el punto de vista técnico", por lo que concluye que es "muy previsible" que muchos de ellos se pierdan en la operación. Fuentes del departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid admiten que el trasplante de un árbol de gran envergadura debe comenzar con la separación del tocón de la tierra al menos un par de años antes de que vaya a ser trasplantado. Si no se contemplan estos tiempos mínimos, agregan, es fácil que se pierdan los ejemplares. El riesgo de pérdida se agrava con la edad del árbol.

El dictamen de Medio Ambiente arremete también por su "indefinición" contra las medidas de tratamiento del arbolado, que propone el grupo de arquitectos encabezado por Álvaro Siza que firma el proyecto. En concreto, la consejería alude a que primero el plan expone una propuesta de hacer un plan minucioso de saneamiento y sustitución de los árboles, para luego ofrecer una alternativa "más conservadora" que consiste en trasladar los ejemplares arbóreos afectados. La consejería se queja de que no se sepa muy bien cuál es la solución que proponen.

Por otro lado, Medio Ambiente estima que, aunque el Ayuntamiento haya prometido plantar después un gran número de árboles nuevos en las zonas afectadas, "las pérdidas asociadas a las circunstancias intangibles históricas, ornamentales y de percepción subjetiva de los [árboles] eliminados son difícilmente reemplazables". Es decir, que el Gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón no podrá nunca restablecer la situación actual que ofrecen los árboles de los paseos del Prado y de Recoletos. "Sin contar con el escaso porte que durante muchos años tendrán los reemplazos", agrega el documento.

La propuesta de la consejería es que el Ayuntamiento debería valorar "de manera más cuidadosa" la pérdida de formaciones vegetales.

El consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía, puntualizó ayer que el Gobierno regional defiende el arbolado del paseo por su "valor natural y cultural". Según él, aunque el informe realizado por sus técnicos no es vinculante, aunque "tiene un peso moral alto" a la hora de actuar sobre los ejemplares arbóreos que hay en el eje, por lo que consideró que probablemente el Ayuntamiento hará caso de sus consejos.

Zabía también destacó que entre los árboles que sufrirán algún tipo de actuación por culpa del proyecto existen 113 ejemplares que están protegidos por el propio Catálogo de Árboles Singulares del Municipio de Madrid, así como dos que también los están en el Catálogo Regional. "Son árboles que tienen la protección más alta", recalcó.

Según el documento elaborado por su consejería, tres de los árboles catalogados por el Ayuntamiento quedan "descatalogados mediante el Plan Especial por afectarles las actuaciones y por su estado sanitario". Y el dictamen agrega que, en todo caso, el Plan Especial no ha valorado "los posibles daños que pudieran sufrir a causa del trasiego provocado por las obras" todos los ejemplares arbóreos protegidos.

Daños en el Retiro

Uno de los puntos donde más contundente es el dictamen de Medio Ambiente es en las posibles afecciones indirectas al parque del Retiro que, según las conclusiones del documento, no han sido estudiadas y valoradas adecuadamente.

El proyecto de reforma del eje Prado-Recoletos justifica que uno de los objetivos principales de la remodelación es el aumento de las zonas específicas para peatones, a través de la reducción del tráfico en el ámbito de los paseos. Según Medio Ambiente, esto sólo es cierto en el caso del tramo entre la glorieta de Atocha y la plaza de Colón al que afecta el plan, pero recuerda que es un eje vital para el tráfico en la capital.

"Los flujos pasan a canalizarse parcialmente por [las calles de] Alfonso XII (...) y Menéndez-Pelayo. Ello va a provocar un notable aumento de tráfico en el entorno del parque del Retiro", puntualiza el documento. "Afectará en mayor o menor grado a la vegetación del parque por el incremento de la contaminación y supondrá un deterioro de las condiciones de disfrute del mismo por parte de los ciudadanos", pronostica el dictamen.