El 75% de los madrileños se opone a la extensión de los parquímetros

La decisión del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de extender el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a los barrios menos céntricos de la ciudad recibe un fuerte varapalo de la opinión pública, según la encuesta del Instituto Opina. Tres de cada cuatro madrileños desaprueba la extensión de los parquímetros, incluido el 60,6% de los votantes del PP. Las obras de la M-30, caballo de batalla de la oposición, provocan, sin embargo, una reacción menos negativa en la ciudadanía: el 53,3% las considera "necesarias".

El 57,4% de los encuestados tacha de "no justificada" la subida de impuestos

El tráfico ha empeorado y la contaminación atmosférica aumenta, según la mayoría

Los autores del sondeo concluyen que la política municipal está menos crispada que la regional

La gestión de Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid recibe una nota peor que la de Esperanza Aguirre en la Comunidad: un 5,4. Sin embargo, son más quienes creen que Ruiz-Gallardón ganará de nuevo las elecciones de 2007 (el 60,7%) y quienes desean que sea así (el 43,2%, incluido un 17% de los votantes del PP y un 7,4% de los de IU).

De toda la gestión del alcalde en estos tres años, lo que menos ha gustado a los ciudadanos no han sido las obras de la M-30 ni la subida de impuestos -que la mayoría, y también entre los votantes del PP, tacha de "injustificada"-, sino la extensión de la red de parquímetros a los distritos menos céntricos de la capital (a todo el interior del anillo de la M-30 y a los cascos históricos de Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel). El 74,7% de los encuestados -y el 60,6% de los votantes del PP- desaprueba esa decisión.

La extensión del SER, que entró en vigor el pasado 1 de marzo, ha generado importantes protestas y manifestaciones callejeras en Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel, que han sido prácticamente ininterrumpidas en los últimos dos meses. El alcalde se comprometió, en una entrevista publicada el pasado 9 de abril en EL PAÍS, a negociar con los vecinos de esos distritos una aplicación distinta del sistema de parquímetros, y anunció que les ofrecería poder transformar las plazas azules (destinadas a visitantes) en verdes (para residentes), o incluso retirar parquímetros de algunas calles.

Las obras de la M-30, principal frente de batalla de los grupos de oposición (PSOE e IU), provocan una reacción mucho menos negativa en la ciudadanía: el 53,3% las considera "necesarias". Las juzga así el 69,7% de los votantes del PP, y también el 40,1% de los votantes del PSOE y uno de cada tres votantes de IU, a pesar de que las portavoces de esos grupos, Trinidad Jiménez e Inés Sabanés, respectivamente, han criticado duramente las obras. El 31,7% de los encuestados cree que la reforma de la M-30 no era necesaria.

Más allá de la M-30, la política de infraestructuras de Ruiz-Gallardón disgusta al 46,3% de los madrileños, y hay dos aspectos que, en opinión de la mayoría, han empeorado en estos tres años: el tráfico y la contaminación atmosférica.

Trinidad Jiménez no llega al aprobado como jefa de la oposición: su valoración es de 4,8.

El Instituto Opina concluye, tras analizar los datos de la encuesta a escala regional, que "el clima político madrileño parece haberse polarizado en los últimos años" y que eso se traduce en un "paisaje de enfrentamiento entre los dos grandes partidos, que se resuelve por el momento a favor del PP". La política municipal, por el contrario, aparece "menos crispada" y con un margen mayor para la "movilidad de electores": "El 10% de los votantes del PSOE en las elecciones generales de 2004 tiene ahora intención de votar al PP, y el PSOE sólo mantiene sus resultados gracias a que recibe el voto de uno de cada seis electores de IU".