El ex novio de una mujer confiesa haberla matado y se suicida en su celda

Pedro Guzmán, un herrero de 39 años, se suicidó a primera hora de la tarde de ayer ahorcándose con su camisa en los calabozos del Ayuntamiento de Vélez Rubio (Almería). Había sido detenido diez horas antes por apuñalar y quemar a su ex pareja, María García, de 35 años, dedicada a guardar ganado en el cortijo familiar, a cuatro kilómetros de Vélez Rubio (10.000 habitantes). La mujer estaba embarazada y se iba a casar con otro hombre el 6 de mayo. El presunto agresor la había amenazado si se casaba, pero María García no le denunció.

El cadáver del presunto asesino se encontraba ayer en el Instituto de Medicina Legal de Almería, donde al cierre de esta edición dos forenses le practicaba la autopsia. Con la muerte de María García suman 25 las mujeres asesinadas en lo que va de año en España, y faltan aún dos casos por confirmar.

Guzmán se encontraba bajo arresto en los calabozos de la Policía Local de Vélez-Rubio. Según explicó el alcalde de la localidad, José Luis Cruz Amario (PSOE), el instituto armado carece de cuartel en el pueblo y ha suscrito un protocolo con el Ayuntamiento para que los detenidos sean custodiados por la policía municipal, que dispone actualmente de seis agentes en plantilla. Cruz explicó que al detenido se le habían quitado el cinturón y los cordones de los zapatos, y que el agente que encontró el cadáver del supuesto agresor "era el mismo que le había servido el desayuno" y que había visto al reo con vida "apenas momentos antes de que se ahorcara". Los agentes le practicaron maniobras de reanimación pero no pudieron salvar su vida. El regidor velezano decretó ayer la apertura de un expediente informativo para la "aclaración" de los hechos y ha pedido sendos informes al jefe de servicio de la Policía Local, al agente en servicio en el momento del ahorcamiento y a los servicios jurídicos municipales.

El cadáver apuñalado y quemado de María García fue hallado por su padre, Lucas García, en medio de un fuerte olor a gasolina, en la tarde del pasado miércoles en la finca el Olivar, del paraje Viotar del mismo municipio. Ante la tardanza de María en regresar a casa, el padre, dueño de las ovejas que pastoreaba su hija, salió al campo en busca de ésta. Al percatarse de que los animales andaban desperdigados aumentó su extrañeza. Fue entonces cuando la encontró debajo de un árbol boca abajo. El cadáver presentaba varias heridas de arma blanca y quemaduras en el rostro y en el pecho. Tras la denuncia del hallazgo, las investigaciones de la Guardia Civil se centraron en el entorno inmediato de la víctima.

El regreso del agresor

María llevaba dos años saliendo con un joven de Puerto Lumbreras (Murcia), con quien pensaba casarse el próximo sábado 6. La autopsia de la mujer, practicada ayer en Almería, reveló que María García estaba embarazada de algo más de cuatro meses. Lucas García declaró ayer que el presunto asesino de su hija se volvió a interesar por ella cuando se enteró de que iba a contraer matrimonio con su actual novio. "El ex novio la dejó a ella hace dos años y de pronto ha aparecido de nuevo cuando ha visto que María se iba a casar y le decía que volviera con él", declaró ayer Lucas García a Canal Sur.

El presunto asesino, que regentaba una fragua en Vélez Blanco, donde residía, mantuvo una relación de aproximadamente diez años con su víctima, que fue enterrada ayer en el cementerio municipal de Vélez Rubio. Vecinos de la localidad señalaron ayer que el presunto asesino hacía su vida en Vélez Rubio y apenas pasaba por su pueblo de residencia. "Hace tres años que no pisa por aquí. Hacía algún trato que otro y vendía algún remolque con los clientes", afirmó un camarero del bar Sociedad.

La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Adela Segura, lamentó que "la desestructuración del machismo criminal está matando más aún que cuando había menos medidas". La responsable del IAM anunció que se pondrá en contacto con la familia de María para ofrecerle "asesoramiento jurídico y psicológico, no solamente en este caso para los padres, sino también para el entorno". Hasta ayer, un total de seis mujeres habían perdido la vida a manos de sus parejas o antiguas parejas en Andalucía.