El edil del 'caso Sanlúcar' fue denunciado por estafa el mismo día de la censura

El ex concejal del PP, Manuel Ramírez, conocido como Cunete, fue denunciado por haber estafado a la empresa en la que había trabajado el 19 de octubre de 1999, el mismo día en que el Ayuntamiento de Sanlúcar debatía en pleno la moción de censura que le arrebató la alcaldía al PSOE. El día antes el PP había denunciado que su edil había sido tentado con un soborno por dirigentes del PSOE para que evitase que prosperara la moción.

Manuel Ramírez trabajaba para Sierra y Valle Jamones y Embutidos como agente de ventas en la zona de Sanlúcar hasta que, según él, decidió marcharse de la empresa. Sin embargo, la versión proporcionada por la acusación en el juicio es que fue despedido tras algunas irregularidades que fueron denunciadas ante la comisaría de Sanlúcar el 19 de octubre, el mismo día de la moción y 24 horas después de que Ramírez, acompañado de dirigentes regionales y provinciales del partido, revelara en una rueda de prensa en Sevilla que varios cargos del PSOE, entre ellos los entonces alcaldes de Sanlúcar, Agustín Cuevas, y Chipiona, Luis Mario Aparcero, le habían ofrecido 300.000 euros, un contrato de trabajo y billetes de avión a cambio de que no asistiera al pleno de la moción de censura y frustrarla así.

La defensa de Manuel Ramírez, ejercida por el abogado Juan Pedro Cosano, ha insistido durante el juicio en que esta denuncia fue utilizada durante el proceso y también ahora para dañar la imagen de su cliente, a quien ha señalado como "víctima de un linchamiento político y personal". A la Audiencia Provincial de Cádiz acudió ayer como testigo Luciano Pérez, el dueño de Sierra y Valle Jamones y Embutidos, que explicó que Ramírez le devolvió finalmente lo supuestamente estafada, pero apenas pudo aportar la información requerida por el fiscal o los abogados. Según relató, la denuncia ante la Policía por la estafa fue interpuesta por el representante de la empresa en la provincia, Carlos Millán, como consta en la denuncia.

En ese escrito, Millán relata, en calidad de gerente de la empresa, que Manuel Ramírez cobró diversas facturas de sus empresas por un valor aproximado de 3.600 euros, que después no ingresó. Señala también que el ex edil del PP realizó "una venta ficticia a un cliente inexistente de Trebujena para lo cual utilizó un nombre y una dirección falsos". Allí dejó mercancías por valor de 2.400 euros, que "fueron recogidos posteriormente por una persona enviada por el agente de ventas Manuel Ramírez, quien se apoderó a continuación de la mercancía". En la denuncia, consta que Millán trató varias veces de entrevistarse con Cunete pero que éste lo evitó.

A lo largo del juicio, esta denuncia ha sido mencionada en varias ocasiones. Los abogados de la acusación contra Ramírez la han utilizado para reducir la imagen de hombre honrado que el ex concejal trató de forjarse al haber denunciado públicamente un cuantioso soborno.

La defensa de Ramírez la ha analizado como una artimaña y ha insistido en que la denuncia se interpuso después de que saltase el escándalo. Preguntado por la supuesta estafa, Cunete negó haberla cometido, aunque reconoció que había pagado la deuda. "Me lo pidió mi partido para que no perjudicara la imagen del PP. No estaba de acuerdo porque yo no había hecho nada. Pero al final pagué", declaró. Los abogados de la acusación insistieron ayer en preguntarse qué trámites siguió la denuncia, de la que sólo queda una copia. El dueño de la empresa no pudo arrojar luz sobre esta cuestión. "Cuando fue pagada, no quise saber nada más", respondió.

Con el testimonio de Luciano Pérez, concluyó ayer la fase de declaración de testigos. El juicio se retomará el martes a las 9.00 con los informes finales de los abogados. Se prevé que entre el miércoles y el jueves el jurado dé a conocer su veredicto.