Cuatro encapuchados atacan con 'cócteles molotov' una oficina de Mapfre en Getxo

Cuatro encapuchados lanzaron a las 21.35 de ayer varios cócteles molotov contra una oficina de Mapfre en Getxo (Vizcaya), sin que el líquido inflamable llegara a provocar un incendio. La Ertzaintza acordonó inmediatamente la zona, pero no le dio tiempo a detener a ninguno de los atacantes. Este acto de violencia callejera (kale borroka) es el primero en el País Vasco tras el anuncio, hace un mes, del alto el fuego permanente por parte de ETA y se produce un día después del ataque a la ferretería de un concejal de UPN en Barañáin (Navarra), que causó importantes daños materiales.

Los cuatro artefactos arrojados por los encapuchados impactaron contra el cristal de la entidad aseguradora, en la plaza Tellagorri, pero no prendieron fuego, por lo que los daños son escasos. Los cócteles molotov solamente ennegrecieron los lugares del impacto. No fue precisa la intervención de los Bomberos.

En la fachada del edificio sólo quedaron las señales del líquido inflamable. Pero no fue el único rastro del ataque con que se encontraron los agentes de la policía autonómica tras acordonar la zona. La Ertzaintza recogió en el suelo octavillas anónimas que relacionan esta agresión con la reciente detención y encarcelamiento del joven Ibon Meñika, acusado de distribuir bonos para ayudar económicamente a ETA.

Las octavillas llevan las leyendas Ibon askatu (Ibon libre) y Herriak ez du barkatuko (el pueblo no perdonará), según informa Efe.

Ibon Meñika fue detenido el pasado día 18 en un control de carretera en las proximidades de Abadiño (Vizcaya), cuando transportada 90 bonos con el anagrama de ETA y con un valor de 60 euros cada uno destinados supuestamente a ser distribuidos entre simpatizantes para contribuir al sostenimiento de la organización terrorista. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó el pasado sábado su ingreso en prisión incondicional por un delito de colaboración con organización terrorista.

El portavoz del PP del País Vasco, Leopoldo Barreda, se apresuró a hacer una valoración política. Consideró que este ataque y el del sábado pasado contra la ferretería de un concejal de UPN en Barañáin (Navarra) "desmienten la suspensión de la actividad terrorista de ETA". Barreda, en declaraciones a Efe, recalcó que ambos actos son "atentados de terrorismo callejero" y "desmienten la posibilidad de la disolución de la banda terrorista", que intenta "imponerse por la fuerza al conjunto de la sociedad democrática". Barreda insistió en que "es la hora de la exigencia democrática ante ETA-Batasuna" y recordó que este mundo "no se ha pronunciado todavía sobre el atentado de Navarra". El dirigente del PP añadió que el Estado de derecho "debe permanecer alerta y ser capaz de reaccionar desde la exigencia democrática y no desde la complacencia y la minusvaloración".

La kale borroka al servicio de ETA fue especialmente violenta en Getxo en agosto de 2005. El primer día de aquel mes, una veintena de alborotadores bien organizados atacó de madrugada, en pleno centro de Algorta, seis entidades bancarias, la oficina de Correos, dos agencias de viajes y una sucursal de Telefónica. Los embozados actuaron con grandes mazas para destrozar los cristales de los lugares atacados y con guantes para evitar dejar huellas.