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Coyuntura agraria

Las ventas de aceite de oliva caen el 30% por los altos precios

La disminución del consumo rebaja los ingresos del productor un 20%

Los precios del aceite de oliva en origen han descendido en los dos últimos meses una media del 20%. Según los datos manejados por el sector, los precios han pasado de 4,20 euros a una media de 3,40 euros por kilo. Esta caída de las cotizaciones en el campo ha sido la consecuencia directa de un descenso de la demanda en el entorno del 30%, por la subida de los precios al consumidor, hasta un abanico entre 4,50 y 5,39 euros por litro.

La bajada de los precios en origen no ha repercutido aún en líneas generales al consumidor, aunque el mercado no descarta que en los próximos meses se produzca esta esperada repercusión por parte de los consumidores.

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Este recorte de las cotizaciones a los productores se considera que se puede mantener sólo con ligeras oscilaciones en los próximos meses ante las previsiones de una próxima buena cosecha por las buenas condiciones climatológicas. Frente a las fuertes subidas habidas este año en el mercado del aceite, dirigentes cooperativos e industriales coinciden en la necesidad de una estabilidad a precios en niveles medios para mantener la demanda.

A mediados de este mes, las industrias envasadoras disponían de unas 180.000 toneladas de aceite, lo que supone materia prima para atender sus ventas durante más de dos meses. Con la caída de los precios, esa mercancía ha perdido valor por unos cien millones de euros. Con esas existencias en sus manos, las empresas no tienen hoy necesidad de salir a realizar compras masivas, aunque se prevé que lo hagan de forma discreta para adquirir un aceite más barato y rebajar la media del precio de todas sus existencias.

Esta campaña se inició con un stock de 230.000 toneladas, a las que se ha sumado una cosecha de unas 830.000 y la posibilidad de unas importaciones de 100.000 toneladas. Todo ello supone una disponibilidad total de 1.160.000 toneladas.

Hundimiento del consumo

En condiciones normales, una demanda interior de unas 630.000 toneladas y más de 500.000 de exportación, los stocks a final de campaña habrían sido inexistentes. Sin embargo, la subida de los precios al consumo hasta los 5,39 euros por kilo ha provocado un hundimiento del consumo y, con ello, la posibilidad de que los excedentes a final de campaña puedan superar las 200.000 toneladas.

En la campaña anterior, las salidas mensuales de aceite para consumo interior y para la exportación se cifraban en unas 100.000 toneladas. Sin embargo, en los últimos dos meses, esas salidas se han reducido hasta sólo unas 70.000 toneladas.

En la década de los noventa, las 500 pesetas de entonces, los tres euros, eran la barrera a partir de la cual se comenzaba a retraer la demanda. En la actualidad, esa barrera se ha elevado hasta los cuatro euros, pero el consumo se ha retirado cuando los precios han superado los cinco euros. En medios agrarios se espera que esas bajadas de los precios en origen se traduzcan en recortes de precios al consumidor, lo cual podría suponer una recuperación de la demanda.

Este hundimiento de la demanda pone de manifiesto que el consumidor sigue sin ver en el aceite de oliva virgen un producto con unos valores más allá de los alimentarios en materia de salud o prevención de enfermedades, como aseguran los informes de los científicos, y pagar por ello un precio más elevado.

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