A este gato le quedan pocas vidas
La población de linces ibéricos ha descendido un 90% en los últimos 20 años y ya sólo quedan 160 ejemplares
El pasado 17 de abril, 36 horas después de dar a luz, Esperanza decidió abandonar a uno de sus dos recién nacidos. Los cuidadores todavía se preguntan por qué actuó de esa forma y esperan resolver el enigma en los próximos días. "Puede que ella haya detectado un problema en el cachorro o puede que no se sienta con energía suficiente para sacar adelante a los dos", aseguran sus responsables.
Probablemente, si Esperanza supiera que su especie está a punto de extinguirse, no se habría comportado de esa forma. Pero es que Esperanza es una hembra de lince ibérico y no entiende de datos. No sabe, por ejemplo, que ella es una de las 50 escasas hembras que habitan en la Península ni que sea una de las pocas madres potenciales, capaz de tener cachorros y evitar que desaparezca una de las 37 especies de felinos existentes.
La situación del lince ibérico sigue haciendo sonar todas las alarmas. Está considerado como uno de los carnívoros más amenazados de Europa y uno de los mamíferos en mayor peligro de extinción del mundo. El último censo de población de este gato salvaje, de tamaño mediano, pelaje moteado y patas largas y aparentemente desproporcionadas, lo sitúa en dos zonas que no abarcan más de 500 kilómetros cuadrados, un 0,09% de todo el territorio nacional: Doñana y Sierra Morena Oriental.
Los datos, sacados del estudio El Lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal, del Ministerio de Medio Ambiente, reflejan un total de no más de 160 linces en la Península, 200 según los más optimistas. Pero, sobre todo, dejan constancia de que las medidas para salvar a la especie son urgentes. En los años ochenta, la población rondaba los 1.100 ejemplares, distribuidos en 11.000 kilómetros cuadrados, lo que supone un descenso del 90% si se compara con las cifras actuales.
Las causas de la progresiva desaparición del lince están relacionadas, según señalan los expertos, con otras dos especies del mundo animal. La primera de ellas es el conejo de monte. "El declive de este lagomorfo ha supuesto la pérdida de uno de los alimentos más frecuentes en la despensa del lince. Supone un 90% de su alimentación", señala Borja Heredia, responsable de especies amenazadas del Ministerio de Medio Ambiente.
La otra especie es el ser humano. El incremento de su actividad en las zonas habituales del lince, la antigua caza furtiva, la pérdida de superficie forestal y las nuevas infraestructuras han incidido en el aumento de la mortalidad del animal. El pasado lunes, la Guardia Civil encontraba el cadáver de un lince en la carretera A-438, en el área del Parque Nacional de Doñana. Es el sexto lince que muere atropellado en alguno de los caminos que atraviesan la comarca desde noviembre de 2003.
Los ecologistas han denunciado en varias ocasiones la contradicción que supone mantener los planes para la conservación del felino mientras se construyen autovías cerca de los linces. En Madrid, donde el Ministerio tiene indicios de la existencia de linces en la zona de la M-501, la carretera de los pantanos, la Comunidad construye una autovía que ha sido criticada por los ecologistas. "El plan de cría en cautividad no sirve de nada si no se asegura la conservación de la especie en su medio natural", denunciaba hace unos días la organización Ecologistas en Acción en un comunicado.
El plan de cría en cautividad ha dado tres partos con éxito entre 2005 y 2006. Es sólo una esperanza para quienes tratan de evitar la desaparición del felino. Las soluciones pasan, según el Ministerio, por el control estricto de los núcleos de reproducción que existen en España, por el seguimiento continuo de las poblaciones de linces existentes, la provisión de conejos silvestres y la conservación del hábitat del lince.
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