El nuevo consejero de Industria, Jordi Valls, se despide como alcalde de Manresa

El nuevo consejero de Trabajo e Industria de la Generalitat, el socialista Jordi Valls, dej

ó ayer de ser alcalde de su ciudad, Manresa (Bages), cargo que ha desempeñado en los últimos 11 años. El pleno de renuncia a formar parte del Ayuntamiento de Manresa siguió el guión administrativo, fue simple en la forma, pero estuvo plagado de sentimientos y emociones que en más de una ocasión quedaron reflejados en el rostro de los asistentes.

Unas 150 persones asistieron al adiós a Valls como alcalde. Los cinco grupos que forman parte del plenario, tanto los socios del Gobierno como los partidos de la oposición, intervinieron para dejar claro, en todos los casos, que "más que un político se marcha un amigo".

Valls, que hasta ahora se había mantenido firme y sereno en todas las intervenciones públicas que ha efectuado desde que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, le llamó para ponerse al frente del Departamento de Trabajo e Industria, ayer no pudo contenerse.

Momentos emotivos

Su repaso a los ejes principales de la obra de Gobierno y a las mejoras logradas, y el recuerdo de su relación con los ciudadanos y con los grupos que han tenido representación municipal, generaron momentos emotivos. En más de una ocasión, se le entrecortó la voz y debió respirar hondo para continuar con su discurso. "Manresa me ha dado más a mí que yo a ella", señaló Valls, quien se deshizo en agradecimientos a su ciudad.

Valls deja en Manresa una buena imagen de hombre trabajador, tenaz y de diálogo pertinaz. Ayer, como último detalle, el nuevo titular de Trabajo e Industria, que sustituye a Josep Maria Rañé, se despidió de los manresanos con la entrega de una rosa de Sant Jordi a todos los que acudieron a su despedida. Hoy, en la recepción que ofrece Maragall en Pedralbes con motivo de la festividad, Valls participará en su primer acto como miembro del Ejecutivo catalán.