Ibarretxe quiere llevar a consulta el acuerdo del foro de partidos sin pasar por las Cortes

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, pretende someter a consulta popular sin pasar por el Congreso el acuerdo político que pueda cerrar una mesa de partidos en Euskadi, una vez verificado el alto el fuego etarra. "La sociedad vasca no va a decidir sobre algo que previamente se ha cepillado Madrid", dijo ayer gráficamente en una reunión con periodistas. El lehendakari estima que el "corazón" de la discusión en ese foro deberá ser el reconocimiento del derecho a decidir de los vascos y de "qué manera" se pacta su ejercicio. Ibarretxe defiende la consecución de acuerdos amplios e integradores, pero no considera "imprescindible" al PP, partido que se niega a sentarse en ese foro. "No aceptaré vetos de nadie", avisó.

El presidente vasco compartió con los informadores en un desayuno de trabajo la hoja de ruta que ha diseñado para la mesa de partidos que pretende constituir tras el verano, una vez que el Gobierno haya verificado el "alto el fuego permanente" de ETA y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero obtenga en junio el aval del Congreso para oficializar el diálogo con los terroristas.

El acuerdo, en el que va a empeñar con discreción "todas" sus energías, empieza y termina en Euskadi. Ibarretxe dejó claro que el protagonista de ese proceso abierto tras el cese de la violencia es el "pueblo vasco", "la sociedad vasca", a la que quiere consultar durante la presente legislatura autonómica, que concluye en 2009, sobre el pacto que alcancen los partidos en esa mesa multipartita y sin "exclusiones", es decir, con presencia de la ilegalizada Batasuna. Todo ello sin pasar por el Congreso, que rechazó abrumadoramente en febrero de 2005 el plan Ibarretxe, aprobado dos meses antes por mayoría absoluta en la Cámara vasca.

Por ello, el lehendakari considera imprescindible aclarar desde antes incluso de que se constituya dicha mesa, en la que socialistas y populares no van a participar si acude una formación ilegalizada como Batasuna, sus condiciones de partida. Entre ellas figuran que el acuerdo "integrador" debe versar sobre cómo se pacta el ejercicio del derecho de autodeterminación y que las mayorías deben ser "amplias", aunque ningún partido es "imprescindible", en alusión al PP. Tampoco va a aceptar vetos de nadie.

Consulta "política"

Esa posición entra en abierta contradicción con el documento aprobado por su propio partido en octubre, en el que el PNV fijó con claridad que, como mínimo, el acuerdo transversal deberá tener el mismo apoyo que el actual Estatuto de Gernika, lo que obliga al concurso de uno de los dos grandes partidos españoles.

El otro elemento que precisó es sobre qué deben discutir los partidos. El "corazón" de la discusión sería el "reconocimiento del derecho de los vascos a decidir su futuro y de qué manera pactamos ese ejercicio", precisó. Reconoció que los partidos pueden llevar a la mesa otros planteamientos. Una vez sancionado por los vascos en una consulta con rango "político", Ibarretxe considera que las instituciones (Cámara vasca y Cortes, aunque no lo explicitó) deberían dotar de "naturaleza jurídica" normativa al acuerdo. El presidente vasco en ningún momento consideró "condiciones" lo desgranado en su particular hoja de ruta, pero subrayó que para los vascos "ha llegado la hora de decidir".

Ibarretxe evitó contestar a la petición que el pasado miércoles le hizo Arnaldo Otegi de que la Ertzaintza deje de acosar a la izquierda abertzale y la consideró un mensaje a "su parroquia".