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Cumbre de dos superpotencias

Protesta multitudinaria ante la Casa Blanca

Miles de ciudadanos chinos se manifestaron ayer en Washington, en los alrededores de la Casa Blanca, al tiempo que George W. Bush y Hu Jintao hablaban en el Despacho Oval, para pedir libertad en China y denunciar que supuestamente el régimen explota una operación a gran escala de venta masiva de órganos para trasplantes, que obtiene de prisioneros internados en campos de concentración: "Estamos protestando porque hay docenas de campos de concentración con detenidos de Falun Gong; les operan, les extraen los órganos y los venden: son cobayas". Yaning Liu, sentada en la calle para meditar, ha venido desde Los Ángeles para manifestarse ante el hotel Willard, en el que se aloja la delegación china, y ante la Casa Blanca.

Es difícil calcular el número de seguidores de Falun Gong internados, pero son muchos miles, según Yaning Liu: la organización calcula que hay 36 campos secretos. Después de la denuncia de hace un mes sobre las prácticas de extracción y venta de órganos en el hospital y campo de concentración de Sujiatun, en el noreste de China, el Gobierno ha vaciado esas instalaciones. "Ahora está vacío, se han llevado a la gente de allí y han eliminado todas las pruebas".

Otra joven china, Iting Lin, sostiene una pancarta en la que se pide, en chino y también en inglés, "apoyo para los 10 millones que han abandonado el Partido Comunista". La cifra procede de las personas que han firmado en una web especial, organizada por The Epoch Times, un diario conservador independiente chino publicado en 10 lenguas y 30 países.

Viaje desde Taiwan

Los firmantes renuncian a sus carnés del Partido Comunista y sus organizaciones afiliadas, como la Liga de la Juventud Comunista y los Jóvenes Pioneros. Iting Lin ha viajado a EE UU desde Taiwan "para decirle al mundo y al presidente Bush: 'Por favor, dígale a Hu Jintao que permita a gente del exterior ir a China a investigar los campos de concentración. Por favor, señor Bush, dígale que dé permiso para investigar la extracción de órganos de personas vivas. Es muy terrible lo que está pasando: la gente que tiene dinero para pagarlo puede ir a China y comprar órganos que se han sacado de prisioneros".

¿Cree Yaning Liu que las protestas de estos días en Estados Unidos, con ocasión de la visita de Hu, tendrán algún efecto? "Confiamos en que esta protesta sirva para que la gente nos escuche. En China, todos los medios están controlados por el Gobierno y no hay forma de que se oiga nuestra voz. Necesitamos que esto se sepa y que se haga algo para frenar estas prácticas, para anular las órdenes que dio el anterior líder del partido, Jiang Zemin, de que se podía matar a estos prisioneros y usar sus órganos sin sufrir ninguna consecuencia. Hay que cerrar los campos de concentración".

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