Una campaña del IAM combate la discriminación laboral femenina

El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) aprovechará el Primero de Mayo, Día del Trabajo, para difundir un mensaje contra la discriminación femenina en el mercado laboral bajo el lema "Mujeres sí, la profesionalidad no tiene sexo". La campaña, que se difundirá durante las próximas cinco semanas a través de anuncios en prensa, radio, televisión, vallas publicitarias y postales gratuitas, persigue favorecer la contratación de mano de obra femenina y combatir las discriminaciones laborales por razón de sexo. La campaña, según la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, no va dirigida "contra nadie". Su objetivo es sensibilizar a la sociedad de "algo que conocemos pero que no se le da excesiva importancia", dijo.

Durante la presentación, Navarro aseguró que la situación de las mujeres en el ámbito laboral ha mejorado en los últimos años, pero que siguen siendo patentes las diferencias entre hombres y mujeres, más castigadas por la precariedad, el desempleo y los bajos salarios. "La desigualdad salarial está prohibida por ley, pero hay mecanismos que persisten en la propia estructura salarial para hacer pervivir diferencias", indicó. Navarro citó el ejemplo de los convenios que consagran diferencias salariales para las mismas tareas "con nombres diferentes".

Menos sutiles y más tozudos son los datos de las estadísticas. La consejera reiteró algunas cifras que muestran la distancia entre mujeres y hombres en el terreno laboral. En Andalucía, la tasa femenina de paro duplica la masculina y las empleadas contratadas a tiempo parcial triplican a los empleados en la misma modalidad. "Por cada 100 hombres contratados a jornada completa hay sólo 48 mujeres", añadió.

Segregación vertical

Micaela Navarro también recordó que se produce una "segregación" vertical y horizontal en el mercado de trabajo. Las mujeres que ocupan puestos directivos en las empresas sólo representan el 3,5% de todas las empleadas. Y en sectores como la industria o la construcción, las mujeres que trabajan significan un 3,2%.

No obstante, Navarro también valoró el hecho de que las mujeres estén representadas en todos los sectores productivos, lo que no ocurría hace unas décadas, propiciado en parte por algunas iniciativas comunitarias, que financian proyectos para fomentar la contratación de mujeres en sectores masculinizados como la construcción.

La consejera recordó asimismo otras medidas del IAM para combatir la discriminación en el empleo como los 125 servicios de orientación para el empelo, los cursos de formación profesional ocupacional para desempleadas, el programa Óptima para implantar planes de acción positiva en empresas y los centros Vivem de promoción del autoempleo, que han permitido crear más de 2.500 empresas desde 1996.