Herido en la cárcel el magnate ruso del petróleo Mijaíl Jodorkovski

El ex magnate ruso del petróleo Mijaíl Jodorkovski, que cumple una condena de ocho años por estafa y evasión de impuestos en un penal de Siberia, fue herido en el rostro en la noche del viernes al sábado, en un incidente del que existían varias versiones.

El abogado del magnate, Yuri Schmidt, manifestó que su cliente había sido herido, mientras dormía, con un cuchillo de zapatero y que se había despertado con el rostro bañado de sangre. Según el abogado, las heridas eran de profundidad y Jodorkovski se encontraba bajo vigilancia médica, tras haberle sido practicados unos puntos en la herida.

En un registro posterior en la prisión se descubrieron objetos prohibidos, como un cuchillo y cuchillas, entre las posesiones del atacante, según Schmidt. La negativa de los responsables de la prisión a incoar un proceso contra el atacante son pruebas de que Jodorkovski goza de menos derechos que otros reclusos, dijo el letrado, que aseguró no hacerse ilusiones en relación a los "verdaderos organizadores" del delito.

La administración de la prisión, por su parte, afirmó que las heridas eran superficiales y habían sido infligidas en el curso de una pelea. "Se está llevando a cabo una investigación. Jodorkovski no tiene heridas en profundidad, solo un rasguño en la nariz. Su salud no está en peligro", dijo el director del servicio penitenciario federal, Yuri Kalinin, según el cual "cerca de las tres de la madrugada, Jodorkovski tuvo una discusión con un joven amigo, que le golpeó en la nariz".

Otra abogada, Natalia Térejova, explicó que el ex dirigente de Yukos había sido atacado por otro recluso de 23 años, apellidado Kuchma. Este recluso era el mismo con el cual Jodorkovski había sido castigado por violar el reglamento de la prisión, al tomar té en un lugar no destinado para ello. La abogada relató al periódico Gazeta que la víctima no había denunciado a su agresor por considerar que el comportamiento de éste no era normal.

La prisión de Krasnokámensk, donde se encuentra hoy el que fuera el hombre más rico de Rusia, está en la región de Chitá, en la frontera con China, a 6.500 kilómetros de Moscú.