Bajo nubes de ácido sulfúrico
El clima extremo de Venus registra temperaturas de 465 grados y vientos huracanados
El parte meteorológico de Venus desanimaría a cualquiera que soñase con andar por allí: temperatura media en la superficie, 465 grados centígrados; presión atmosférica, 90 bares (en la Tierra es de 1 bar al nivel del mar); nubes de ácido sulfúrico y vientos huracanados.
De los cuatro planetas rocosos del Sistema Solar, -Mercurio, Venus, Tierra y Marte- el segundo y el tercero son los más parecidos de tamaño y de densidad. Debieron ser también similares en su infancia, hace unos 4.500 millones de años. Pero la Tierra es ahora un planeta templado e idóneo para la vida, mientras que Venus es un mundo infernal. Las altas temperaturas que se registran en su superficie no son explicables por su mayor proximidad al Sol (108 millones de kilómetros frente a los 150 millones de kilómetros que separan a la Tierra de la estrella), sino por un fuerte efecto invernadero que hace del suelo venusiano el más caliente del Sistema Solar.
Los gases y partículas de la atmósfera atrapan el calor de tal manera que, aunque la temperatura en las capas altas de las nubes rondan los 20 grados bajo cero, en la superficie rocosa de Venus se supera la temperatura a la que se funde el plomo. La primera nave que logró descender allí, la soviética Venera 7, en 1970, sobrevivió 23minutos. Fue el primer descenso con éxito en el suelo de otro planeta.
La atmósfera venusiana está compuesta en un 96% por dióxido de carbono, con algo de nitrógeno y muy poco vapor de agua. Las densas nubes reflejan hacia el espacio el 80% de la radiación solar que recibe el planeta. A 60 kilómetros de altura hay una capa de nubes de unos 20 kilómetros de espesor que impiden que se vea su superficie. Pese a ello, en la atmósfera de Venus hay unas ventanas de visibilidad, en infrarrojo, por las que se asomará la Venus Express con instrumentos diseñados a tal efecto. Para completar el panorama venusiano, no hay que olvidar las nubes formadas por gotitas de ácido sulfúrico.
Con la misión de la ESA, los científicos quieren profundizar en el conocimiento del clima extremo de Venus y explicar las incógnitas de su dinámica, como los mecanismos que hacen que la atmósfera gire alrededor del planeta muy deprisa o el origen de los vientos huracanados.
Fue la nave Magallanes de la NASA, de principios de los años noventa, la que proporcionó información más completa de la superficie de Venus, levantando un mapa tridimensional completo del planeta. Volcanes y extensas lenguas de lava, planicies y montañas y muchos cráteres de impacto (casi ninguno menor de dos kilómetros, posiblemente porque la densa atmósfera destruye cualquier meteorito pequeño) fue lo que mostró el radar de aquella sonda estadounidense.
La interpretación de los geólogos es que la superficie de Venus es joven, que no tienen más de 500 millones de años y que debe ser la intensa actividad volcánica la responsable. Venus Express debe dar pistas importantes para comprender también este proceso.
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