El Prado incorpora a sus salas tres obras maestras restauradas
El museo recibe durante Semana Santa el mayor número de visitantes
El Museo del Prado incorporó ayer a sus salas tres obras maestras de su colección que se presentan al público tras los trabajos de restauración. La crucifixión, de Juan de Flandes, llegó al museo hace un año por dación, mientras que La adoración de los pastores, de El Greco, se había retirado en junio de 2004. La pinacoteca incorpora San Jerónimo leyendo una carta, de Georges de La Tour, tras su hallazgo fortuito en la sede central del Instituto Cervantes y la atribución posterior del historiador de arte José Milicua, miembro del patronato del museo.
De "aportación importante" a la colección de pintura española entre el románico y el renacimiento calificó ayer Gabriele Finaldi, director adjunto de conservación del museo, la incorporación de la tabla La crucifixión, de Juan de Flandes, pintor de corte de Isabel la Católica, que formó parte del retablo mayor de la catedral de Palencia, junto a Camino del calvario y Entierro de Cristo, que se mantienen en el mismo lugar.
La tabla de Juan de Flandes, en el comienzo de la sala 49, cerca de otras obras suyas, entró en el Prado por dación del Grupo Ferrovial para reforzar las lagunas del primer renacimiento en los comienzos del siglo XVI. Finaldi destacó el "estado de conservación perfecto" del cuadro que ha pasado por los departamentos de documentación técnica y de restauración para análisis de reflectografía infrarroja y limpieza por suciedad con mínimas pérdidas.
La restauradora Pilar Silva documenta todo el proceso en el texto del catálogo, donde cuenta la historia de la obra, la formación flamenca de Juan de Flandes y sus trabajos al servicio de Isabel la Católica y posteriormente en Salamanca y Palencia, con un análisis específico sobre la La crucifixión, con su iconografía y composición. "La tabla se retiró del retablo, donde estuvo 34 años, para poner la imagen de san Antolín. Por su emplazamiento tiene un punto de vista bajo, con figuras a escala mayor, en una composición con ecos italianos", declaró Pilar Silva. "Es un pieza excepcional, en una composición de líneas verticales y una base geométrica marcada. El paisaje recobra ahora sus matices y brillos, que recuerda un espacio fantástico".
En la galería central (sala 25), junto a otros grandes cuadros de El Greco se ha colocado La adoración de los pastores, tras una larga y minuciosa restauración de año y medio a cargo de Almudena Sánchez, por las pérdidas de pintura que sufrió cuando su parte superior se dobló al cambiar de emplazamiento en el convento de Santo Domingo el Antiguo, de Toledo. En 1954 es vendido al Prado y recupera su formato original. La conservadora Leticia Ruiz destaca que tiene "gestos muy codificados" en la pintura de El Greco, que realizó esta obra para una capilla funeraria con sus restos y los de su familia y donde se aprecia un posible autorretrato en el primer pastor arrodillado y un retrato de su hijo Jorge Manuel en otro pastor.
El museo incorpora en la sala 5 un San Jerónimo, de La Tour, como depósito del Ministerio de Trabajo, tras su descubrimiento en la sede del Instituto Cervantes en Madrid. Durante la etapa del director Jon Juaristi, técnicos del Prado visitaron las pinturas del centro y en uno de sus despachos se encontraba este San Jerónimo, que más tarde fue estudiado por el historiador del arte José Milicia, quien confirmó la obra autógrafa. El conservador Andrés Úbeda señaló la historia desconocida del cuadro, que aparece cuando está cerrado el catálogo de La Tour, tras la compra por el museo de Ciego tocando la zanfonia, que se expone a su lado.
El Prado recibe en estos días de Semana Santa el mayor número de visitantes, con un horario continuo de martes a domingo de nueve de la mañana a ocho de la tarde, con una media de 1.000 personas por hora. La punta de asistencia es el Sábado Santo, con el incremento de turistas, que llega a los 15.000. El público se encuentra con cambios en la galería central, donde se exponen obras de El Greco, Tiziano y otros artistas de pintura italiana y veneciana, tras el cierre de 15 salas y depósitos de la planta baja, por las obras de ampliación del museo. En las próximas semanas habrá nuevos cambios de cuadros para preparar la exposición sobre Picasso.Pilar Silva considera 'La crucifixión', de Juan de Flandes, "una obra excepcional"
Babelia
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