La Semana Santa llenará el 80% de las plazas hoteleras de la costa

Desde ayer, y hasta el jueves 13, la mayor parte de los establecimientos de la costa catalana han empezado a recibir a las decenas de miles de personas que durante esta semana se tomarán unas breves vacaciones. La ocupación se situará entre el 50% y el 65%, aunque los días fuertes de esta campaña empiezan el Viernes Santo y acaban el Lunes de Pascua, 17. En estas fechas, el 80% de las plazas hoteleras de Cataluña estarán ocupadas, lo que representa todo un éxito para el sector, ya que la oferta de alojamientos crece año tras año con la apertura de nuevos hoteles. El visitante extranjero, sobre todo de otros países de Europa, será mayoritario en la capital catalana y la parte de la Costa Brava y la Costa Dorada.

Algunos puntos del litoral de Cataluña colgarán el cartel de completo esta Semana Santa. Se trata de enclaves como Begur y Palamós, en la Costa Brava, donde la oferta hotelera es más reducida que en el resto de la costa y las reservas registradas hasta el momento ya aseguran el "lleno total", según explica el gerente de la Asociación de Hostelería de la Costa Brava, Martí Sabrià.

La parte norte de la Costa Brava cuenta con 12.000 camas de hotel -4.000 de ellas están ubicadas en Roses- y suele recibir a la mayor parte del público francés por la proximidad geográfica con el país vecino. La zona centro de la costa de Girona, que va desde l'Alt Empordà hasta Sant Feliu de Guíxols, cuenta con otras 12.000 camas -4.200 en Platja d'Aro- y está más especializado en un turismo familiar sobre todo catalán.

La situación es radicalmente distinta en la parte sur de la Costa Brava, que incluye Tossa de Mar, Lloret y Blanes y acumula 40.000 camas de hotel. Los establecimientos de esta zona reciben estos días a numerosos grupos de jóvenes en viaje de fin de estudios procedentes de países europeos, sobre todo Italia y Portugal.

Nivel y masas

"Los precios son muy distintos entre unos puntos y otros, la habitación en un hotel de tres estrellas en la zona centro de la Costa Brava cuesta unos 90 euros, mientras que un establecimiento de la misma categoría en la parte sur se puede conseguir por unos 30 euros", explica Martí Sabrià.

El turismo de alto nivel se mezclará estos días en Cataluña con el más masivo y que en ocasiones ha protagonizado una serie de desórdenes públicos, como los sucedidos en Lloret en verano de 2004, que le han colgado a la zona el cartel de "turismo de borrachera". "Donde hay concentración demográfica pasa de todo, pero en Lloret no hay más conflictos que en otras localidades costeras", opina Sabrià.

Los empresarios de la Costa Dorada esperan una ocupación del 80% en Salou, Cambrils y La Pineda (Vila-seca) entre jueves y domingo, mientras que para los días previos esperan una ocupación del 69%. Las tres poblaciones suman 39.916 plazas hoteleras. Los datos recogidos por el Observatorio de la Fundación de Estudios Turísticos de la Costa Dorada señalan que la mayor parte de turistas serán familias que se desplazan en coche desde diferentes puntos de Cataluña y el resto de España, como Aragón, País Vasco y Navarra.

El turista que visitará Barcelona, sin embargo, será mayoritariamente extranjero. Los días fuertes la ocupación media de los hoteles, que cuentan con un total 29.000 habitaciones en toda la ciudad, alcanzarán el 80% y el resto de la semana el 65%. El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, explica: "El público de Semana Santa es normalmente extranjero, ingleses, franceses e italianos, y, en menor medida españoles", que pagan un precio medio de 110 o 120 euros por habitación.

La apuesta por el turismo de calidad es una preocupación para buena parte del sector turístico catalán. El empresario Ramon Bagó, que preside el Salón Internacional de Turismo de Cataluña, considera que la industria "debe mejorar la calidad del turismo que atrae ahora. Cada vez que se habla de un aumento de turistas en Cataluña me preocupa, porque si viene pagando 30 céntimos ni las Administración ni los empresarios podrán asumir el coste que representa", alerta Bagó.