La FAVB pide que el diálogo acompañe a la información
La información que el Ayuntamiento de Barcelona proporciona a los vecinos sobre los proyectos que tiene en marcha es abundante. Detallados expedientes, amplias aclaraciones orales y proyecciones de imágenes virtuales que, hasta cierto punto, permiten hacerse una idea del resultado final. Así lo afirma al menos la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que no obstante expone de forma reiterada la misma queja: que la mera información no equivale a una participación plena. Hay información, pero falta diálogo.
Josep Xarles, vicepresidente de la FAVB, dice que para los proyectos de cierta envergadura se suele organizar una reunión entre responsables municipales y un grupo de vecinos. "Allí, el Ayuntamiento explica qué se va a hacer y de qué manera. Y al acabar te piden, espontáneamente, que des tu opinión. ¡Pero es muy difícil dar una respuesta adecuada si antes no has tenido la posibilidad de estudiar el proyecto!", denuncia Xarles. "Después, esto es lo que venden como participación ciudadana".
Grupos de trabajo
Además de información, los vecinos piden diálogo. Y más que exposición pública de hechos consumados, reclaman la constitución de grupos de trabajo, donde las asociaciones y plataformas puedan exponer sus propias aportaciones. "En los planes urbanísticos de Poblenou, desde la Vila Olímpica hasta Diagonal Mar, no hemos tenido ninguna oportunidad de participar. Con el 22@ [el llamado distrito tecnológico de Barcelona] parecía que había más posibilidades de intervenir, aunque en la práctica el resultado ha sido deficiente", explica uno de los responsables de la asociación de vecinos de Poblenou, Joan Maria Soler.
El sistema de participación es más efectivo cuando se trata de temas sectoriales, como educación, salud o bienestar social. "Los que participan están en el sector, son profesionales o partes implicadas, y es más sencillo", señala la regidora Pilar Vallugera (ERC). Opina, y coincide con los concejales Assumpta Escarp y José Cuervo, que a veces el problema es que se confunde participación con lograr que se tengan en cuenta todas las reivindicaciones. "Lo que tampoco puede ser es que se confunda una cosa y otra. Se discute, se negocia, pero al final nosotros somos gobierno y nos corresponde tomar las decisiones", añade Escarp.
Xarles reconoce que el Gobierno municipal debe llevar la iniciativa, pero le recomienda que sea "especialmente sensible" con asuntos que puedan preverse conflictivos. "Si la gente hiciese suyos los proyectos, el Ayuntamiento se ahorraría muchos problemas", dice.
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