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A por el voto católico

Guillermo Altares

Dentro de su ofensiva para movilizar al mayor número posible de votantes, Berlusconi recurrió anoche en su último mitin en Roma antes del final de la campaña al voto católico. "Llamo a los católicos a que reflexionen bien antes de votar a la coalición de izquierdas, porque desprecia a la familia, que es sagrada para nosotros y fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", dijo el líder de Forza Italia.

Un llamamiento curioso, porque el candidato de centro-izquierda, Romano Prodi, es católico practicante. "He tenido que repetirlo muchas veces: soy contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo", asegura Il Proffesore en un libro de entrevistas con Furio Colombo.

En realidad, Berlusconi no está tratando de atacar a Prodi por el flanco de la fe, sino por la diversidad de su coalición, que sí tiene partidos que defienden el matrimonio homosexual y que se enfrentan abiertamente al Vaticano.

El sistema italiano presenta una forma peculiar de bipolaridad: hay dos grandes coaliciones, La Casa de las Libertades, en el centro-derecha, y la Unión, en el centro-izquierda. La coalición de Berlusconi cuenta con 10 partidos, que van desde el centro a la extrema derecha, mientras que la coalición de Prodi, que carece de partido propio, está formada por 16 formaciones, desde el centro a la extrema izquierda. Pero no se vota a las coaliciones, sino a los partidos, que tras las elecciones forman en las Cámaras lo que aquí se llama la Mayoría, que apoya -a veces a trancas y barrancas- al Gobierno.

Durante toda la campaña, Berlusconi ha tratado de dejar en evidencia la falta de cohesión de la Unión. No se ha privado de recordar que en 1998 Prodi perdió el Gobierno a causa de sus propios aliados y de recordar que ha logrado mantener una estabilidad política durante sus cinco años de Gobierno, insólita hasta ahora en Italia.

"La heterogeneidad de la coalición de izquierda puede representar un riesgo para la estabilidad, claro, pero ocurre exactamente lo mismo con la derecha. En 1994, fue la Liga Norte la que tumbó el Gobierno conservador. Así es el sistema italiano", explica el profesor Pietro Grilli di Cortona.

"La situación actual no tiene nada que ver con la de 1998", señala Ricardo Franco Levi, principal asesor político de Prodi. "Ahora tenemos un único programa, que hemos acordado entre todos los partidos. Además, Prodi fue elegido en unas primarias en las que participaron más de cuatro millones de electores", afirma.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.
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