El juez prohíbe el acto convocado por Batasuna el domingo en San Sebastián
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska prohibió ayer el acto político que se iba a celebrar el próximo domingo en el Kursaal de San Sebastián, y en el que Batasuna tenía previsto presentar a su nueva Mesa Nacional y homenajear a los tres encarcelados por el juez, Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena y Juan María Olano, que todavía no han pagado los 650.000 euros de fianza total para poder abandonar la prisión. El magistrado precisa en su resolución que el intento de celebración del acto por parte de Batasuna puede constituir "reiteración delictiva" y advierte de "las consecuencias que de ello pudiera derivarse", en clara referencia al presumible ingreso en prisión de los responsables, ya que menciona el artículo 539 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La disposición mencionada establece que los imputados podrán "ser presos y puestos en libertad cuantas veces sea procedente y la fianza podrá ser modificada en lo que resulte necesario para asegurar las consecuencias del juicio". La medida ha sido adoptada de oficio, sin que conste la postura del fiscal.
El magistrado destacó que la suspensión de actividades de la formación política decretada el 17 de enero afecta al acto previsto y se dirigió a la Consejería de Interior del Gobierno Vasco, a la Delegación del Gobierno en Navarra y al Ejecutivo central "para evitar la celebración, no sólo de ese acto, sino de cualquier otro de las mismas características que pueda celebrarse el día 9 de abril próximo o en cualquier otra fecha".
A este respecto, puntualiza el juez, "el conjunto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deberán realizar las oportunas investigaciones que conlleven la prevención en su conclusión e informarse recíprocamente al objeto de adoptar las medidas precisas y en ejecución de nuestro auto de suspensión de actividades de la ilegalizada Batasuna".
Amparados
El auto menciona a título de ejemplo que "los servicios de información del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, y para el supuesto de tener conocimiento de cualquier acto de esas características a celebrarse en la comunidad autónoma del País Vasco, deberán ponerlo de inmediato en conocimiento de la Consejería de Interior del Gobierno vasco, con el fin de que disponga del operativo preciso que garantice, bien su no realización, bien su disolución".
Grande-Marlaska señala que la prohibición de esos actos de Batasuna "quedaría amparada por el contenido del auto de suspensión de actividades de fecha 17 de enero de 2006", ya que "representaría la debida materialización y cumplimiento de dicho pronunciamiento judicial".
El auto recuerda que Batasuna conforma "el frente político institucional del entramado ETA-KAS-Ekin" y que en distintos zutabes (boletines que ETA distribuye entre sus militantes) se hacen llamadas a "poner fin al denominado ciclo de la ilegalización de la izquierda abertzale". Así, cita los intentos de presentar dos listas: Aukera Guztiak, finalmente ilegalizada, y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK en sus siglas en euskera), que están siendo investigadas por colaboración con organización terrorista. "Con posterioridad a estos acontecimientos, es la propia Batasuna la que (...) de forma harto elocuente trata de vencer dicha ilegalización incumpliendo las resoluciones judiciales dictadas", concluye.
El dirigente abertzale Joseba Permach anunció ayer que Batasuna analizará en breve "cómo hacer frente a la situación", al tiempo que subrayó que el acto se iba a celebrar en un recinto cerrado. Permach calificó de "hipocresía" pedir a la formación ilegalizada que apueste por las vías políticas y prohibir, al mismo tiempo, un acto en el que iba a presentar su "alternativa política".
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