Blanca Portillo muestra las batallas perdidas de la España del siglo XX

Blanca Portillo se siente primeriza como directora teatral, oficio que ha ejercido otras veces, "pero no con la responsabilidad de ahora", dice. Mañana va a estrenar un nuevo espacio, el Café del Español, de Madrid, con una nueva obra, Siglo XX... que estás en los cielos, de David Desola, un joven autor que llega pisando fuerte. El montaje, protagonizado por Roberto Enríquez y Silvia Abascal, trata de dos personajes que fallecieron en épocas y espacios distintos y que el autor ha reunido en un extraño limbo.

"Estamos ante un hermoso texto que reflexiona sobre las batallas perdidas en la España del siglo XX", dice la actriz y directora, quien tuvo claro que quería llevar a escena la obra de Desola en cuanto la leyó.

Portillo se muestra "orgullosa" por inaugurar un nuevo espacio con Desola: "Siempre me han interesado especialmente los nuevos autores, la nueva dramaturgia, y en el caso de Desola no hablamos precisamente de un recién llegado, lo suyo es ya una realidad. Estoy convencida de que va a tener un gran recorrido..., y hay que aprovechar la oportunidad de ser contemporáneo de gente así", señala la directora, que ha invitado a los ensayos a Desola y, en contra de lo que suele ocurrir cuando el autor está vivo y se inmiscuye en el proceso de la puesta en escena, no han surgido conflictos ni se han peleado.

Desola ya es sobradamente conocido con tan sólo dos estrenos previos a éste: Baldosas, que dirigió Jesús Cracio, y Almacenados, protagonizado por José Sacristán.

El montaje de Blanca Portillo está lleno de elementos novedosos. Francisco Ariza es el responsable de la iluminación, y ha concebido una luz hecha para no ver; hay elementos sensoriales varios, entre los que destaca la propuesta olfativa del químico Darío Sirerol, y un "extraño" espacio sonoro de Pablo Salinas. Los actores, de corta edad, son Ricardo Gómez y Santiago Crespo.

La obra reúne a un miliciano que pierde la vida en la Guerra Civil y a una joven de 20 años que muere por sobredosis de heroína en la época de la movida madrileña. El encuentro se produce en el limbo creado por Desola. "Dos elementos soñados, mágicamente unidos en el tiempo por un artificio teatral y que invitan a la reflexión", dice la directora, que defiende apasionadamente la obra.

"Pienso muchas veces qué hubiera sido de este país si unos cuantos no hubieran truncado el proyecto de la II República, y también me acuerdo mucho de la llamada movida, que me pilló joven, pero me pilló, y recuerdo cómo unos jóvenes cambiaron la geografía cultural de este país y que a su vez eran la herencia de los que lucharon por la República", comenta Portillo, cuya participación en la última película de Pedro Almodóvar, Volver, ha sido recibida con grandes elogios.

David Desola, que llegó al teatro a través del Premio Bradomín para jóvenes autores, ha escrito también guiones para el cine: "Sé que no soy un autor al uso; de hecho, soy un dramaturgo chusquero, sólo me limito a contar historias..., pero recuerdo que cuando empezaron a decir que mi teatro bebía de fuentes beckettianas nadie sabía que yo nunca había leído al autor irlandés", comenta este escritor de 34 años.