El PSOE afrontará la reforma de la Ley de Financiación de Partidos

Finalizada la tramitación del nuevo Estatuto de Cataluña, la Comisión Constitucional del Congreso se enfrenta a otra gran reforma: la de la Ley de Financiación de Partidos, intacta desde 1987. Los grupos están de acuerdo en que esta norma ha creado zonas oscuras en las cuentas de los partidos. Pero aún no hay consenso en cómo reformarla. El PSOE ha prometido la reforma antes del verano, como pide ERC, que teme que los nuevos socios de CiU enfríen este impulso.

"Todos estamos de acuerdo en que hay que cambiar la ley, pero no en cómo cambiarla", resume Josep Antoni Duran, secretario general de CiU y líder de Unió, uno de los partidos que mayor porcentaje de financiación recibe a través de las donaciones anónimas, que desaparecerían en la nueva ley. "Yo creo que el PSOE no tiene prisa para esta reforma, porque es muy compleja y hay que hacer mucha pedagogía para acabar con la hipocresía. Si se reduce la financiación privada, habrá que aumentar la pública y explicar que la democracia es muy cara", sentencia Duran. CiU duda de que sea constitucional prohibir las donaciones anónimas, pero aceptará su desaparición si todos los demás están de acuerdo. El PP se ha pronunciado en el Congreso a favor de que desaparezcan.

Lo cierto es que, con la excusa de que la Comisión Constitucional estaba saturada de trabajo con el Estatuto de Cataluña, la reforma de la Ley de Financiación de Partidos se ha ido retrasando desde que el pleno tomó en consideración una propuesta de ERC, el 22 de septiembre. Hasta 19 ampliaciones de plazo de enmiendas ha sufrido, algo muy poco habitual en la Cámara.

En medio de estos retrasos se han producido dos polémicas que complican el debate. Por un lado, el conocimiento de la condonación por parte de La Caixa de una deuda al PSC, y por otra las cartas que ERC ha enviado a trabajadores de la Generalitat a cargo de departamentos controlados por este partido.

El PSOE está decidido a seguir adelante para sacar la ley antes del verano. Francisco Fernández Marugán, portavoz socialista en esta iniciativa, asegura que su partido está básicamente de acuerdo con el planteamiento de la propuesta de ERC, que elimina las donaciones anónimas de todo y las empresariales, incluso las que que no son anónimas, y limita mucho las de ciudadanos particulares. El PP acepta eliminar las anónimas pero no las privadas.

Joan Puigcercós, de ERC, exige que se conozca también quién entrega dinero a las fundaciones. "La actual ley es pura demagogia. Nos están obligando a recurrir a fundaciones. Nosotros queremos que todo sea transparente, financiación pública y conocida. Nada de empresarios ocultos", explica.

Duran cree que el problema no está en los ingresos, sino en el gasto excesivo en las campañas. Marugán concluye que hay que evitar mirar al pasado de cada partido si se quiere buscar un consenso: "No podemos seguir así, con reproches cada año del Tribunal de Cuentas. Cerremos un periodo conflictivo en la financiación que ha durado muchos años".