El testigo que facilitó la investigación

El origen de la Operación Malaya contra la corrupción en Marbella se sitúa en la declaración de un testigo efectuada en el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella el día 13 de octubre de 2005.

Aquella mañana fue citado a declarar por un caso relacionado con unas irregularidades urbanísticas en el hotel Guadalpín un testigo especial. Se trataba del jefe del servicio jurídico de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, un funcionario de carrera, Jorge González, un hombre de 53 años que se sentía marginado en sus funciones desde el 20 de julio de 1998. Llevaba, pues, largo tiempo, demasiado tiempo sufriendo humillaciones profesionales por parte de los gestores del consistorio.

Aquella mañana no le hicieron demasiadas preguntas acerca del caso que le había obligado a testificar. Para sorpresa de los presentes, su declaración fue muy fluida y comenzó a relatar cómo funcionaba verdaderamente el urbanismo en el Ayuntamiento y cómo Juan Antonio Roca, gerente de dicho negociado, era quien tomaba todas las decisiones. En un momento dado, Jorge González llega a señalar que Roca "actúa como si fuera el alcalde en los temas urbanísticos y es la persona que decide absolutamente". En otro momento de su largo testimonio llega a señalar que se cumplía "al 99%" todo lo que decidía el citado Roca.

La sorpresa de los abogados que le estaban escuchando y del propio juez fue manifiesta y él mismo era consciente de la trascendencia que podían tener sus palabras. Por eso terminó diciendo que tenía miedo de que después de esa declaración pudiera sucederle algo. Este testimonio sirvió para que se iniciara una investigación centrada en las actividades de Juan Antonio Roca. A partir de ese momento, Jorge González dejó el Ayuntamiento y, según algunos amigos, abandonó Marbella para residir durante unos meses en Madrid.