Retratos
Hasta finales de abril la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa ofrece una exposición de retratos realizada por Gorka Salmerón (Legazpia, 1969). Es uno de los géneros más complicados de resolver con acierto. Desde 1839 en que la fotografía salió a la luz pública han sido numerosos los autores que lo han trabajado. Cada uno de ellos ha marcado su impronta personal y esto hace harto difícil establecer una clasificación de estilos que no termine cayendo en compartimentaciones demasiado estrechas. Lo más frecuente es encontrarnos retratos afectados por múltiples influencias. Así ocurre en el caso que nos ocupa. Son retratos objetivistas pero esta siempre ha sido vocación intrínseca de la expresión fotográfica. Con todo ofrecen cierto grado de subjetivización desde donde se desvelan perfiles psicológicos del modelo. Así nos encontramos con una tipología de personajes muy variada. Se presentan en primeros planos y miran frontalmente a la cámara. En blanco y negro, formato grande, sus ojos o el rictus de la cara nos dejan descubrir algunos pormenores de su personalidad. Pero además, estas expresiones congeladas en el tiempo y lugar, delatan conceptos formales empleados por el fotógrafo, entiéndase como sus gustos estéticos, personales y en definitiva el universo por el que transcurren sus pensamientos y emociones.
Salmerón es un profesional de la fotografía que regularmente expone trabajos ajenos a la inmediata comercialización, de índole investigadora, con un carácter muy personal, donde plasma nuevos cauces por donde seguir escribiendo con la luz. De esta manera ha recorrido numerosas salas en España, Francia o incluso Israel. Sus imágenes sobre la industria siderúrgica de su localidad natal o los murales en color titulados Paseoak eta paisaiak son trabajos, junto con el de su libro Natura, publicado por Ongarri en Elgoibar o el presentado en el Museo Naval de San Sebastián, que gozan de un creciente interés.
Lo expuesto en Vitoria tiene precedente en los retratos tomados en una estancia del autor en Ruanda. El universo en el que ahora se centra es más próximo. El marco donde se presentan a los personajes es el estudio del autor. Lejos quedan los exteriores africanos. Los fondos oscuros aíslan al modelo frente a la cámara, su gesto y sobre todo su mirada frontal son los descriptores del contenido. Así encontramos la ingenuidad de Lexuri, un bebe flotando en una atmósfera neutra; el anciano Txindurri sostenido por su paraguas y unos ojitos expectante o a Tobaritx con mirada decidida, enfrentándola a la de los espectadores.
Gorka Salmeron. Retratos. Casa de Cultura Ignacio Aldecoa; Paseo de la Florida, 9, Vitoria. Hasta el 30 de abril. Horario de visitas: lunes a viernes, de 10.00 a 14.00, y de 17.00 a 20.00. Sábados, de 10.00 a 13.30. Domingos y festivos, cerrado.
