Trinidad Jiménez achaca a las obras de la M-30 el incremento de ruido en la capital
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, aseguró ayer que las obras de ampliación de la M-30 han agravado el problema del ruido en Madrid. Según Jiménez, el 58% de los madrileños soporta niveles de ruido superiores al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, (OMS) que establece en 65 decibelios el límite que pueden soportar las personas sin padecer trastornos nerviosos.
Según el PSOE, el 75% de los vecinos de la capital considera que el principal problema medioambiental de Madrid es el exceso de ruido. Jiménez aportó estos datos para justificar que "Madrid sigue siendo la capital más ruidosa de Europa".
Jiménez visitó ayer el paseo de la Virgen del Puerto, en el distrito de Arganzuela, acompañada de los concejales socialistas Óscar Iglesias y Pedro Santín, para comprobar que la contaminación acústica provocada por los trabajos en el cinturón urbano de Madrid es superior a la recomendable.
Jiménez usó un sonómetro para medir el ruido en la zona. El aparato registró hasta 114,7 decibelios, cuando lo máximo permitido por la OMS son 65 decibelios. La portavoz socialista calificó el ruido en la zona de "absolutamente insoportable".
La edil socialista achacó el incremento de ruido a la proliferación de las obras sin cerramiento, la circulación de más de 5.000 camiones diarios, los trabajos de excavadoras y maquinaria pesada y la tala de 20.500 árboles que hacían de pantalla acústica. Según Jiménez, "en los tres últimos años, las obras han incrementado la contaminación acústica en Madrid un 4%".
"Si en 2002 el ruido de Madrid ya era insoportable, ahora estamos aún peor, ya que ha aumentado el porcentaje de ciudadanos sometidos a ese ruido", criticó la concejala socialista.
La portavoz municipal no dudó en denunciar que las obras que se están haciendo en la ciudad incumplen sistemáticamente la Ordenanza Municipal contra el Ruido que está en vigor desde mayo de 2004.
El Ayuntamiento no tardó en responder a las acusaciones socialistas. El director general de Sostenibilidad, Ángel Sánchez, precisó que, según el Mapa del Ruido 2001-2002, "sólo el 21% de la zona urbana no cumple con los criterios establecidos por la OMS".
Sánchez explicó a Europa Press que las cifras ofrecidas por la portavoz socialista "son una muestra más de la falta de rigor que tiene el PSOE con este asunto". No obstante, reconoció que, "evidentemente, las obras generan impactos acústicos".
El responsable municipal aseguró que actualmente no existen estudios, ni en España ni en Europa, que muestren el número de ciudadanos de Madrid expuestos a estos niveles de ruidos tan elevados.
Sánchez aludió a la red fija de sonómetros, compuesta por 30 aparatos medidores repartidos por toda la ciudad. Estos instrumentos controlan durante todo el día los niveles acústicos. Según el responsable municipal, "desde el año 1994, cuando fueron instalados, se ha producido un descenso paulatino del ruido en la ciudad".
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