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Las obras en la Alhambra enfrentan a los académicos con el Patronato

El proyecto se adecua a las necesidades, según los gestores del Palacio

Reyes Rincón

La recta final de las obras que se están llevando a cabo en el Palacio de Carlos V de la Alhambra se ha visto envuelta en la polémica. La Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada emitió hace tres meses un informe en el que muestra oposición al proyecto. A la crítica se le han sumado recientemente desde Madrid la Real Academia de la Historia y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Las obras que desde hace tres años mantienen cerrada al público la planta alta del Palacio de Carlos V de la Alambra están a punto de terminar. Apenas queda amueblar las instalaciones. Los responsables del monumento aseguran estar convencidos de la idoneidad de los trabajos, que cuentan con el visto bueno de la comisión técnica de la Alhambra, la Comisión de Patrimonio de la Junta y el Instituto Español de Patrimonio. El proyecto empezó a fraguarse en 2001 y las obras arrancaron en 2003, por lo que los defensores de la obra se preguntan por qué las academias no se han pronunciado antes. Los académicos, que piden la paralización de las obras, aseguran que han tenido acceso al proyecto "cuando ya era una realidad".

El objetivo de las obras es adaptar la planta alta del Palacio de Carlos V de la Alhambra a su función museística. Según el arquitecto, Antonio Jiménez Torrecillas, la necesidad de acometer esta intervención surge por dos motivos. El primero, porque hasta ahora los cuadros que se exhibían en el museo colgaban de la piedra original del edificio, lo cual estaba causando "heridas" al inmueble. El segundo, porque las condiciones climáticas no eran "las adecuadas" para las obras de arte expuestas.

En este sentido, según Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra, los avances de los últimos años han permitido incorporar sistemas de control automático del clima y de la luz, que, suponen un ahorro económico importante, pero, sobre todo, "crean una atmósfera mucho más adecuada" para la conservación del edificio y lo que en él se expone.

Parte de la polémica de la obra se debe a que el Palacio de Carlos V es una obra "inacabada", explica Villafranca. El edificio fue proyectado e iniciado por Pedro de Machuca en la primera mitad del siglo XVI, pero su construcción se prolongó hasta los años setenta del siglo XX. Según el informe de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, emitido el pasado 1 de diciembre y ratificado recientemente por las dos academias con sede en Madrid, las sucesivas intervenciones que retomaron la labor de De Machuca intentaron finalizar el palacio siguiendo las directrices del proyecto original, mientras que la actual parece una labor de "des-restauración" que "sólo responde a la pura arbitrariedad de los gustos del arquitecto".

Entre otros aspectos, las Academias, cuyos informes no son vinculantes, critican que "se están recubriendo todos los muros con placas de cartón-yeso (pladur)", que se hayan "eliminado las carpinterías de madera" para sustituirlas por vidrios y que se esté "interviniendo en función de planteamientos que están al margen de la propia realidad del monumento".

La directora del Patronato sostiene que hay razones "de funcionalidad y mantenimiento" que aconsejan cada una de las soluciones adoptadas en el proyecto. Para Villafranca, el informe de la Academia se basa en criterios "estéticos, muy superficiales y no profundiza ni en el sentido ni en el contenido de la obra". "Es una cuestión de criterios. Tan válido puede ser uno como otro. Pero nosotros cumplimos con un objetivo de uso", afirma.

Lo que más ha disgustado a la directora del Patronato y al arquitecto Jiménez Torrecillas es que las academias se pronuncien sin pedir documentación sobre el proyecto ni visitar las obras. "Nadie de la Academia ha venido a verlas por dentro. Se están limitando a lo que se ve desde fuera", asegura Villafranca. Antonio Almagro, vicedirector de la Academia de Granada y responsable de la sección de arquitectura, asegura conocer "suficientemente" el proyecto. "Buena parte de él es perfectamente visible", señala Almagro, quien sostiene que, en opinión de los académicos, la obra "no debería tener" el visto bueno de las administraciones.

El resultado de la obra será público en los próximos meses, cuando vuelva a abrirse la planta alta del Palacio. Todavía no hay fecha cerrada, pero los responsables aseguran que será en 2006. La directora del patronato emplaza a los críticos para entonces: "Respeto la voz de la Academia, pero animo a que se vea el final".

Tiempos revueltos

La disparidad de criterios en relación a las obras que se acometen en la Alhambra no es la única polémica en la que se ha visto envuelto el monumento en los últimos meses. El más grave, está en los tribunales, donde desde hace dos semanas comparecen ante el juez los 29 imputados en un supuesto fraude en la venta de entradas al recinto. Todos los imputados, trabajadores del Patronato y un agente turístico, han asegurado desconocer la existencia del supuesto fraude

La trama fue denunciada por los gestores del monumento pasado mes de agosto. El informe que el Patronato ha remitido al juez cifra el desfalco en algo más de tres millones de euros. La Alhambra tiene tasado el número de visitantes para evitar su deterioro, pero según el documento redactado por los responsables del recinto, los trabajadores implicados dejaron supuestamente de controlar el acceso de unas 400.000 personas en tres años, desde 2003 a 2005.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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