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Crítica:ALFA ROMEO BRERA 2.2 JTS SELECTIVE SKY VIEW | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Deportivo seductor con un precio razonable

Hay muy pocos modelos en la historia del automóvil que hayan provocado la unanimidad casi general por su atractivo estético y el Alfa Brera es uno de ellos. Causó admiración cuando se presentó como prototipo en el Salón de Ginebra de 2002 y lo ha confirmado ahora al llegar al mercado. El último estandarte del diseño italiano representa una nueva visión de la deportividad y seduce desde el primer momento. Pero su principal mérito consiste en hacer compatible su poder de seducción con tres virtudes poco habituales en los cupés más deportivos: admite sin problemas el uso diario, no sacrifica el sentido práctico y tiene unos precios más asequibles de lo que se espera al contemplar su impactante imagen (desde 33.900 euros).

Más información
Deportividad confortable

Deportividad elegante

El Brera nació por un encargo que Alfa Romeo hizo al carrocero italiano Giugiaro para atraer al público en los salones internacionales y en principio no estaba previsto fabricarlo en serie. Sin embargo, despertó tal admiración que la marca decidió convertirlo en el sucesor de sus cupés. Su mayor aportación está en la línea, que reúne todos los ingredientes exigibles a un deportivo de ensueño: belleza, originalidad, emoción y poderío. Y todo con una resolución elegante y distinguida que marca la diferencia sin caer en la ostentación.

El frontal en cuña se inspira en el Alfa 159 e integra en el centro la parrilla de la marca con tres faros redondos muy vanguardistas a cada lado. Este diseño, combinado con unas aletas delanteras muy musculosas, crea una mirada penetrante y un aspecto atlético que cautivan a primera vista. Además, el nervio que recorre todo el lateral y las formas abombadas de la parte trasera terminan de afirmar su carácter y configuran una línea en forma de proyectil que impacta por su poderío y elegancia.

Un cupé con cierto sentido práctico

Al margen de su belleza, la carrocería del Brera tiene también la virtud de mantener cierto sentido práctico. No es un coche familiar, pero ofrece una configuración 2+2, con dos buenas plazas delante y otras dos pequeñas atrás que sólo sirven para niños o casos de apuro. Y también integra en armonía un portón trasero que facilita la carga y da acceso a un maletero bastante generoso para tratarse de un deportivo (300 litros).

El diseño interior, en cambio, no está tan logrado como la línea y se parece demasiado a los demás Alfa. Mantiene el estilo de la marca, con dos relojes circulares frente al conductor y tres más a la derecha, en la consola. Pero no aporta nada nuevo que emocione y presenta detalles mejorables de acabado, como el ajuste de las ventanillas, que crean algunos rumores aerodinámicos. Por lo demás, la mecánica está bien aislada, las suspensiones filtran con suavidad los baches y ofrece un espacio suficiente para poder viajar con cierta comodidad.

Dos motores y dos acabados

El Brera se vende con dos motores de gasolina: 2.2 JTS (185 CV) y 3.2 V6 (260 CV), ambos con cambio manual de seis marchas y el útlimo con tracción 4×4. Están disponibles en dos acabados, Distinctive y Selective, y toda la gama tiene unos precios ajustados para la imagen del coche. El primero incluye ya siete airbags -uno para las rodillas del conductor-, ABS, control de estabilidad, climatizador dual, ordenador de viaje, radio-CD, sensores de aparcamiento y detalles como la llave electrónica con botón de arranque. El Selective añade techo panorámico Sky View, faros bixenón, sensores de lluvia y luces... En abril llegará un 2.4 turbodiésel de 200 CV, y a fin de año, el cambio Selespeed para el 2.2 JTS.

Conclusión

El Alfa Brera es un cupé de diseño exquisito que seduce por la línea y admite el uso diario. Ofrece un interior con cierto sentido práctico y unas suspensiones cómodas para viajar. Y tiene unos precios ajustados y un equipo de serie a la última en seguridad. Pero la versión 2.2 JTS se queda justa en nervio y prestaciones para satisfacer a los conductores más deportivos.

El Brera impacta por su poderío estético. El frontal se inspira en el del Alfa 159, y la cintura lateral ascendente, combinada con unas aletas musculosas, definen una imagen atlética, elegante y deportiva.
El Brera impacta por su poderío estético. El frontal se inspira en el del Alfa 159, y la cintura lateral ascendente, combinada con unas aletas musculosas, definen una imagen atlética, elegante y deportiva.CÉSAR LUCAS ABREU

FUNCIONAL, PERO POCO ORIGINAL

El interior del Brera no entusiasma e incluso resulta algo frío. El salpicadero es casi idéntico al del resto de los Alfa y, salvo el techo panorámico Sky View, de serie en el acabado Distinctive, no aporta los detalles diferenciadores exigibles a un cupé exclusivo. Además, algunos elementos presentan un aspecto discreto, como la instrumentación, la consola central metalizada, que empieza a estar muy vista, y el volante, un tanto austero para este coche. Pero los asientos son cómodos y, salvo algunos ruidos aerodinámicos de ajuste en las ventanillas -no llevan marco-, el resto está bien aislado y es un coche cómodo para viajar. Las plazas traseras son muy pequeñas y apenas sirven para niños: falta altura y el espacio para las piernas es mínimo. En contrapartida, el Brera ofrece un maletero bastante grande para un cupé deportivo, 300 litros, y se puede ampliar hasta 610 litros abatiendo los respaldos traseros. Además, el portón facilita la carga. En cambio, hay pocos huecos para objetos: una guantera pequeña, bolsas en las puertas, una repisa junto al freno de mano y dos posavasos debajo del apoyabrazos central, que incluye también un cofre interior.La zaga es muy original y musculosa, con mucha chapa, una luneta pequeña y dos salidas dobles de escape por debajo.

EXCLUSIVIDAD A BUEN PRECIO

La unidad de pruebas correspondía al acabado superior Selective, que incluye el techo panorámico, pero el Distinctive (básico) ofrece ya un equipo de serie muy completo y más comparable al de sus rivales: siete airbags, ESP y climatizador. La alternativa más económica al Alfa es el Chrysler Crossfire, un biplaza con motor Mercedes de 218 CV y prestaciones superiores, pero sólo incluye cuatro airbags y viene menos equipado. El Audi TT Coupé es 1.000 euros más caro y tiene también cuatro airbags, aunque incluye tapicería de cuero y sensores de lluvia y faros. Y la diferencia con el Mazda RX-8 sube a 4.500 euros, aunque el cupé japonés tiene cuatro plazas de verdad, seis airbags, tapicería de cuero y hasta navegador. Por último, el Mercedes CLK básico es menos potente y sale 8.000 euros más caro, con seis airbags y control de presión de ruedas.

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