Intolerancias
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, la socialdemócrata Laila Freidval, se ha visto obligada a dimitir por haber ocultado que conocía las gestiones emprendidas desde su ministerio para intentar cerrar la página web del partido de extrema derecha SD que reprodujo las caricaturas danesas de Mahoma. La oposición lo juzgó como un intolerable ataque a la libertad de expresión. El contraste con lo que sucede en algunos países islámicos es flagrante. En el liberado Afganistán, se pide la pena de muerte para un ciudadano acusado de apostasía, delito condenado con la muerte por la sharia o ley islámica. En su caso se trata de su conversión del islam al cristianismo hace 16 años y de su negativa a la conminación del juez islámico para que regrese a la verdadera fe. La ratificación de la condena dependerá en última instancia del prooccidental presidente Karzai. Y en Argelia, el régimen de Buteflika se dispone a promulgar una ley para prohibir el proselitismo religioso y frenar así el avance del cristianismo impulsado por movimientos evangélicos.
