Mundial nazi
Ultraderechistas europeos van a dar rienda suelta a sus enloquecidos ánimos y amargar a las autoridades alemanas durante el próximo Mundial de fútbol. "Somos enemigos para destruir", han afirmado en un minicónclave celebrado en Braunau, el pueblo natal austriaco de Hitler. A la cita no faltaron representantes de los ultrasur del Madrid, según escribe el enviado especial del diario italiano La Repubblica.
¿Qué motivo hay para rememorar la perversión de esa ideología sino el desafecto a los valores éticos de una sociedad democrática? La exaltación del nazismo está castigada en Alemania. Hay que erradicar la xenofobia y el racismo de los estadios antes de que sea tarde. El holandés Hiddink fue pionero. En 1993, cuando era entrenador del Valencia, obligó a retirar varias esvásticas de las gradas. La FIFA ha decidido endurecer las sanciones contra los clubes que permitan estas manifestaciones. Tal vez haya visto las orejas al lobo.
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