Los acesos a Málaga soportan el triple de tráfico que hace 10 años y están "al borde del colapso"

Alcaldes de 10 municipios del área metropolitana de Málaga convinieron ayer en la necesidad de emprender cuanto antes medidas para paliar uno de los problemas que más torturan a sus ciudadanos, el transporte. Los ediles conocieron un informe técnico que alerta del riesgo de colapso en el que se encuentran los principales accesos a Málaga, y en especial la ronda oeste, que soportan un tráfico más de tres veces superior al de hace una década. Y también constata la ineficacia de un sistema público de transportes incapaz de disuadir del uso masivo del vehículo privado.

El agotamiento de las infraestructuras es especialmente evidente en la ronda oeste, que en los últimos seis años ha conocido un incremento medio anual del tráfico del 23%, el doble que la media de los accesos a las grandes ciudades españolas. En el año 2004, este tramo llegó a registrar puntas máximas de 250.000 vehículos al día, cuando en 1992, fecha de su inauguración, registraba una media de 57.000 coches cada jornada.

La doble condición de esta vía como tránsito de los vehículos que circulan entre la Costa del Sol Occidental y el interior o la costa oriental y como vial distribuidor del tráfico metropolitano de Málaga, producirán el colapso total de esta vía en 2007, según el informe.

El presidente de la Diputación, Salvador Pendón, reconoció los problemas de las actuales infraestructuras, pero se mostró optimista por un horizonte que presenta la nueva hiperronda de la ciudad, la autopista de Las Pedrizas, el corredor ferroviario de la Costa del Sol y el AVE Córdoba-Málaga.

Pero el problema de los transportes en el área metropolitana de Málaga no es únicamente de infraestructuras, sino también de gestión de los sistemas públicos. El informe constata la deficiencia de éstos, la escasa coordinación entre los sistemas de transporte público de las diferentes localidades cuando, según reconoció Pendón, las fronteras municipales "están superadas por la realidad".

El informe de los técnicos que prepararon el encuentro de los alcaldes concluye además que el urbanismo practicado en la zona ha sido determinante en esta ineficiencia de los transportes públicos. Por un lado, porque el propio modelo de ocupación del territorio con una ciudad multifocal ha hecho aumentar las necesidades de movilidad, pero al mismo tiempo el desarrollo "desordenado y descoordinado entre los municipios", sin reservas de plataformas específicas para el transporte público, y sin una planificación acorde de los servicios, ha convertido en indispensable el uso del vehículo privado sin posibilidades de modos alternativos en muchas zonas.

Los alcaldes coincidieron ayer en que deben coordinar las estrategias de transporte, empezando desde las propia ordenación urbanística de sus municipios, por lo que reclamaron mayor participación en la elaboración del Plan de Ordenación Territorial (POT) para introducir las reservas que estimen precisas, tanto para las nuevas infraestructuras como para habilitar zonas reservadas o crear aparcamientos disuasorios en puntos estratégicos. También estimaron necesario elaborar un Plan Intermodal de Transportes y dotarlo de un sistema de gestión y de autoridad eficaz.

Uno de los problemas del sistema de transporte público es la baja velocidad comercial de las líneas de autobuses. Por ejemplo, el recorrido entre Málaga y Mijas en autocar supera la hora y media entre las paradas extremas, cuando apenas hay unos 30 kilómetros entre ambos núcleos.

El consorcio de transportes han mejorado ciertos aspectos de la coordinación entre los municipios, pero aún resulta insuficiente. El informe de los técnicos apuesta por incorporar a él las líneas de cercanías de Renfe y el metro de Málaga. El alcalde de la capital, Francisco de la Torre, abogó porque el Estado participe también en el consorcio de Málaga como lo hace en Madrid y Barcelona.